Pese a lo mucho que se ha hablado de los peligros que derivan de compartir la cama con los bebés ya que aumenta el riesgo de muerte súbita, son muchas las familias que siguen optando por compartir la cama, y nada menos que el 50% de los bebés hoy en día duerme con sus padres en la cama grande matrimonial.
Un nuevo estudio realizado en suelo argentino ha tomado el asunto entre manos para poder definir el procentaje de niños que comparten la cama paterna durante el primer año de vida, y la mitad de ellos lo hacen durante ese tiempo, mientras que el 40% de los bebés duermen con los adultos hasta los dos años.
Son los padres quienes deciden que lo mejor es compartir la cama con sus hijos, y esto se repite en países de todo el mundo, en el territorio español son muchas las familias que tienen la misma costumbre, haciendo caso omiso de lo que los expertos indican, ya que aseguran que los niños aprenden a dormir mejor si se los deja en sus propias camas.
La información se desprende de la Encuesta Anual sobre Lactancia Materna realizada por el Ministerio de Salud provincial llevada a cabo en los últimos meses, en la que se ha podido comprobar que recién luego de los dos años los niños abandonan la cama paterna, pero para entonces se pueden haber modificado varios patrones de conducta, además de que es posible que se dañen las relaciones de pareja en ese mismo período.
La coordinadora del Programa Materno Infantil bonaerense participante del informe, Flavia Ranieri, opina:
“el colecho es controversial porque hay varias posturas y culturas con miradas diferentes. Pero la realidad es que es una práctica bastante frecuente y que no debe ser estigmatizada”…“Si el bebé tiene la seguridad de tener una mamá que está cuando la necesita, será un adulto seguro. Hay que entregarse con menos conflictos y miedos a algunas prácticas de crianza. No tenemos que tenerle miedo a los mimos, a pasar a nuestro nene a la cama si llora en medio de la noche. Al contrario. El colecho debe evitarse y hasta prohibirse en situaciones donde alguna conducta de los padres sea peligrosa para el chico, como por ejemplo si el adulto es alcohólico, consume psicofármacos, es obeso o está enyesado, pero en el resto de las situaciones no hay que vivirlo como algo anormal ni mucho menos. Es parte de nuestra naturaleza y de la crianza”.
Gran cantidad de estudios confirman que por lo menos durante los primeros seis meses de vida no se aconseja que los bebés duerman en la misma cama de sus padres ya que se aumenta el riesgo de muerte súbita por sofocamiento o aplastamiento, aunque muchos profesionales opinan que si es conveniente que duerman en una cuna en la misma habitación, ya que esa cercanía si es positiva.