No obstante, la gran mayoría (70%) tiene un router propio y el 16% accede a través de conexiones públicas en bares, restaurantes o centros de ocio. Sólo, el 8,7% asegura que se conecta a Internet a través de la “generosidad” de otros internautas.
Entre los usuarios que roban Wi-Fi, el 52% confiesa que lo usa siempre que lo necesita mientras que un 28% sólo lo hace en casos de emergencia. Otro 19% es más precavido y comenta que sólo entra en conexiones ajenas si tiene su contraseña.