La Tecnología y el Juego en las Escuelas están en el centro de un intenso debate en la era dominada por pantallas y dispositivos digitales. Un estudio reciente, realizado por la Universidad Complutense de Madrid y el Instituto Tecnológico de Producto Infantil y Ocio (AIJU), ha arrojado luz sobre este tema crítico, involucrando a más de 1.800 niños de entre 5 y 12 años y 110 docentes.
Según los resultados, el 88% de los docentes están preocupados por el tiempo que los alumnos pasan frente a las pantallas, temiendo efectos adversos en habilidades clave como la lectura, escritura y comprensión lectora. Investigaciones previas en países como Suecia han relacionado el uso excesivo de dispositivos digitales con una disminución en la comprensión lectora.
El estudio revela que, aunque los dispositivos digitales como pizarras digitales, ordenadores portátiles y tablets son ampliamente utilizados en las aulas, su uso tiende a ser pasivo, centrado principalmente en la visualización de contenidos en video. Esto ha llevado a un 70% de los maestros a utilizar estas herramientas de manera expositiva, mientras que solo un 21% las emplea para actividades más interactivas y lúdicas.
Los niños prefieren el juego tradicional
A pesar de las ventajas educativas que pueden ofrecer, los dispositivos digitales también exponen a los niños a anuncios con contenido inapropiado, y su sobre exposición es motivo de considerable preocupación entre el 80% de los docentes encuestados. Por otro lado, las preferencias de ocio de los niños se inclinan más hacia actividades tradicionales como jugar con amigos, practicar deportes o realizar manualidades, más que hacia el entretenimiento digital.
Un 50% de los docentes opina que el tiempo dedicado a los dispositivos digitales en las escuelas está reemplazando al juego tradicional, lo que perjudica significativamente el aprendizaje y desarrollo de competencias básicas. Aunque un 40% de los maestros confía en los beneficios del juego educativo digital para mejorar funciones como la memoria y la concentración, esta confianza disminuye cuando se trata de su uso recreativo.
El Papel de La Tecnología y el Juego en las Escuelas en la Educación Infantil
El estudio también destaca la desconfianza de los maestros en que el juego con dispositivos digitales fomente el desarrollo psicomotor, las habilidades lectoescritoras y la expresión oral. Además, mientras un 65% de los docentes valora los dispositivos digitales como herramientas motivadoras, también reconocen que su uso recreativo puede sobreestimular y generar dificultades de aprendizaje.
Tanto los docentes como los niños coinciden en que el juego sin dispositivos digitales no solo favorece una mayor empatía y habilidades sociales, sino que también contribuye al bienestar mental, frente al uso recreativo de tecnologías que puede ser perjudicial.
Este estudio subraya la necesidad de un equilibrio cuidadoso entre el uso de recursos digitales y no digitales en el aula, enfatizando el juego libre como un componente esencial para el desarrollo y bienestar infantil. Así, refuerza la idea de que jugar es tan vital como aprender, siendo ambos elementos esenciales e interdependientes en el crecimiento y educación de los niños.