El contrato con Aquagest arranca de un acuerdo de Pleno de 28 de abril de 1980, siendo Alcalde de la villa D. Salvador Miró, en el que se adjudicó al precio de 12,56.-Ptas. por metro cúbico hasta 1.070.000 metros anuales y el resto a 11,65.-Ptas. por metro cúbico, y 998.-Ptas. por contador. El plazo inicial de la adjudicación fueron 20 años.
Agotado ese primer periodo de 20 años, en el Pleno de 26 de junio de 2000 se trató la prórroga del contrato hasta el 31 de diciembre de 2012. En aquel momento se argumentó que era necesario acometer la renovación de algunas infraestructuras y que el adjudicatario estaba dispuesto a ejecutarlas y financiarlas a su cargo a cambio de prorrogar el contrato. El compromiso asumido fue ejecutar obras por 350 millones de pesetas durante 2001, 2002 y 2003. Igualmente se permitió que las tarifas fueran en aumento por encima del IPC y así ha ocurrido hasta la fecha.
Por cierto, cada vez que se ha discutido este tema en el Pleno en esta legislatura (pues cada año era necesario aprobar las nuevas tarifas fruto de esos aumentos pactados en el año 2000), mi posición ha sido la misma: exigir que se me acredite que Aquagest ha cumplido su parte del contrato y ha ejecutado las obras comprometidas por valor de 350 millones de pesetas. Desde el equipo de gobierno se ha asegurado siempre que así ha sido. Más adelante veremos si es cierto.
Y ahora, a falta de un año y medio para finalizar el contrato, vuelve a plantearse una segunda prórroga, que se pretende justificar en la necesidad de acometer inversiones para poder cumplir con un Real Decreto del año 2003 que establece una serie de criterios sanitarios del agua de consumo humano y que es preciso cumplir antes del día 1 de enero de 2012.
Hace un par de meses Aquagest presentó su propuesta al Ayuntamiento: la empresa se hace cargo de inversiones por valor de 2.700.903,57 € si, a cambio, se le prorroga el contrato hasta 2030 y se le permite cambiar las tarifas (para subir el precio del agua, evidentemente).
Sin embargo, no parece que sea esa la intención del equipo de gobierno, que ya ha reunido toda la documentación necesaria para justificar la prórroga del contrato por 18 años más en las condiciones propuestas por Aquagest, sin molestarse en pedir otras ofertas. Lo curioso es que, entre los informes y documentos obrantes en el expediente, hay algunos que prueban que las inversiones de Aquagest en los últimos 10 años no han llegado a la cifra comprometida, es decir, a esos 350 millones de las antiguas pesetas, dándome la razón en mis sospechas.
(Presumo que continuará. Como mínimo, alguien se encargará de hablar del descuento para familias numerosas y jubilados, nuevo brindis mirando al tendido y esperando los aplausos del respetable. Pero hay "más madera")