Los que me conocen algo, saben que el futbol me importa un bledo. Pero hay detalles que me han llamado la atención de este Mundial recién finalizado. Uno de ellos, es el buen ambiente que parece que reina en la selección. Son personas antes que futbolistas, decía el titular de un periódico. Me parece algo obvio, que no necesita muchos comentarios.
El homenaje de Iniesta a Jarque dice mucho de la calidad humana del goleador español. Por si todavía hay alguien que no lo vio: Cuando Andrés Iniesta marcó el gol en la final se quitó la camiseta de España para enseñar el mensaje que llevaba guardado en el corazón: "Dani Jarque, siempre con nosotros", decía el texto escrito a mano en una camiseta interior. Jarque era capitán del Español, equipo rival del Barcelona, donde juega Iniesta. Después de marcar el gol más imortante de la historia del futbol español es capaz de tener un recuerdo para un compañero fallecido, de un club rival. Señorío y solidaridad, por encima de todo.
Pero si tengo que escoger una imagen, me quedo con el abrazo de Alvaro del Bosque a su padre. Vicente compartió el éxito con su hijo Alvaro, con síndrome de Down. Cumpliendo su promesa que le había hecho, Alvaro recibió la copa de los campeones, subió al autobús con su padre y todo el equipo. Mucho se ha subrayado la sensatez de Del Bosque. Aquí hay algo más: un señorío fuera de lo común, un saber sobreponerse a la adversidad y dar prioridad a la familia por encima de otras cosas.