Escucho en un informativo de televisión que la farmacéutica Roche dejará de suministrar medicamentos a Grecia, ante la imposibilidad del país heleno para hacer frente a las millonarias facturas que la multinacional impone en un mercado controlado por los lobbies. España de momento no corre peligro, pero la amenaza también se cierne sobre los hospitales que acumulan deudas con la farmacéutica Roche. Sólo se me ocurre una alternativa ante la provocación de una empresa que en 201o obtuvo un beneficio neto de 6.876 millones de euros: nacionalizar todas las farmacéuticas como servicio público que deben ser. Los laboratorios Roche y GlaxoSmithKline ganaron en bolsa en 2009, coincidiendo con el estallido de la gripe A y en plena crisis económica, más de 8.800 millones de euros. Las ventas del antiviral Tamiflu fueron, de hecho, una fuente de ingresos multimillonaria para estas dos multinacionales, en un ejemplo claro de especulación con la salud. Alguien debería meter mano ante tanto abuso, apostar de verdad por los genéricos y cortar el grifo a los laboratorios.