Así es como el director del proyecto MER de la NASA, John Callas, describe el vehículo Opportunity.
Sorprendentemente, este robot de seis ruedas está a punto de celebrar su séptimo aniversario en el planeta rojo.
Opportunity ha recorrido nada menos que 26 kilómetros desde su llega a Marte el 25 de enero de 2004.
Y recordemos que se trataba de una misión cuuyo objetivo era sobrevivir tan sólo tres meses en la superficie.
Opportunity está totalmente fuera de garantía pero continua avanzando, aunque marcha atrás.
Los ingenieros decidieron que el robot avanzase marcha atrás para ayudar a prolongar la vida de sus cajas de cambio al permitir que los dientes se gasten en el lado opuesto.
El brazo robótico del robot, el dispositivo que utiliza para alcanzar las rocas interesantes, está cada vez más artrítico.
Uno de sus articulaciones ya no funciona adecuadamente y así, como un ancianito, debe girar todo el vehículo hasta conseguir situar el brazo en la posición correcta.
Algunos de los instrumentos de Opportunity, también están envejecidos y son propensos a las anomalías. Sin embargo, el equivalente en software del ibuprofeno parece sin duda hacer milagros, puesto que el robot en el climax de lo que podrían ser sus días más gloriosos.
En el último mes, el rover ha llegado a un cráter en la llanuras de Meridiani llamado Santa María.
Opportunity fue dirigido hacia el Cráter Santa María de 90 metros de diámetro puesto que su complice, el orbitador MRO, descubrió varias plataformas de rocas interesantes.
Es difícil para el orbitador identificar de manera concluyente los minerales en el suelo debido a que las rocas marcianas se erosionan con el transcurso del tiempo y adquieren una capa de polvo que oculta muchos de los detalles de su verdadera naturaleza.
Sin embargo, Santa María parece ser diferente. Se trata de un cráter reciente, por lo que MRO ha podido hacer buenas prospecciones de sus minerales.
El cráter tiene una fuerte señal de un determinado tipo de sulfato de magnesio (kieserita) que puede ayudar a Opportunity a completar la historia de exploración que Opportunity ha venido desarrollando durante los últimos seis años.
Esta historia, escrita en las rocas de todos los cráteres visitados por el robot, nos cuenta que Marte probablemente perdió su atmósfera hace unos 3800 a 4000 millones de años, sus agua ácidas estaban en retirada. Ray Arvidson, el investigador principal adjunto del rover, comentó:
"Estos cráteres son orificios hechos por la naturaleza para exponer las rocas. Lo que hemos visto a lo largo de la historia de la misión es seguir obteniendo evidencias de que nuestra hipótesis original es correcta, es decir que se trata de capas de rocas sedimentarias en las que parece haber un período de desecación en Marte, en el que de vez en cuando habrían existido playas húmedas o lagos con barro, que se secaron, después sopló el viento formando areniscas, luego se acumularon y después la acción del agua subterránea las cohesionó".
En otras palabras, Opportunity nos ofrece una ventana para viajar en el tiempo cuando el planeta estaba convirtiéndose en el mundo frío, polvoriento y desolado que conocemos hoy en día.
Pero Santa María es tan sólo el comienzo. A seis kilómetros en línea recta en dirección sureste se halla el cráter Endeavour de 22 kilometros de diámetro.
El impacto que produjo el cráter expuso rocas aún más antiguas. Los datos desde la órbita indican que se formaron minerales de arcilla hace probablemente 4000 o 4500 millones de años en masas permanentes de agua neutra.
Esto sería una ventana para asomarnos al Marte húmedo y caliente del pasado, una época en que la vida microbiana quizá podría haber encontrado condiciones favorables.
Los depósitos de minerales de arcilla parecen ser bastante grandes, cubriendo un pico en el borde del cráter llamado Cabo Tribulación. Este pico es apenas visible para los ojos de Opportunity lejos en el horizonte.
¿Conseguirá el vehículo llegar a Endeavour después de estudiar Santa María? ¿Soportarán sus sistemas el largo viaje?
Pues bien, las señales son alentadoras.
El "veterano corredor de maratón" ha cubierto más de 12 kilometros sólo durante el año pasado.
No hay nada seguro, por supuesto, y por cierto no hemos hablado de Spirit, el otro rover de la NASA en Marte.
Spirit está atascado en una trampa de arena, y ha estado hibernando desde marzo.
Spirit está situado en una latitud más alta que Opportunity en el hemisferio sur de Marte, se cree que actualmente no recibe suficiente luz solar para alimentar sus células solares y comunicarse con la Tierra.
Callas y su equipo de ingenieros albergan desde hace mucho tiempo la esperanza de conseguir mover a Spirit nuevamente, pero primero deben revivir al robot, aunque sólo sea para que funcione como una estación meteorológica estática. Callas comentó:
"Spirit se encuentra más al sur que Opportunity, por lo que sus inviernos son mucho más profundos y más difíciles. Siempre hemos tenido que colocar al rover en una inclinación favorable para que apunte sus paneles solares hacia el norte. No pudimos conseguirlo la última vez, por lo que el vehículo no ha tenido energía suficiente para mantenerse despierto durante el invierno y por esto ha entrado en un sueño profundo. Nuestros modelos estiman que en algún momento de la primavera el rover podría poder tener energía."
"La preocupación es que el vehículo haya soportado temperaturas más frías que nunca antes en Marte, y que colocarían a su electrónica por debajo de su temperatura nominal de funcionamiento."
"Existía riesgo de que el vehículo no pudiera sobrevivir el invierno. Ahora estamos atentos todos los días escuchando para ver si el vehículo, con carácter autónomo, despierta y se comunica con nosotros. También le hemos estado enviando comandos activamente, para el caso de que exista otro fallo potencial. El período de máxima producción de energía solar llegará hacia mitad de marzo."
"Si entonces no conseguimos una respuesta de Spirit, entonces la probabilidad comenzará a disminuir."
Crucemos los dedos.
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Publicado en Odisea Cósmica¡Suscríbete Ya!