ahora estoy aquí sentado en la enfermedad de las palabras
me explotan cien alejandrinos en el pecho
el pánico asoma su boscoso lenguaje de trampas y de leche agria por la ventana
patrullas de agentes lingüísticos escoltan un desatino de nínfulas sin himen
siempre tuvo éxito el pecado
le pese a quien le pese
uno de esos agentes del orden semántico ha hocicado su ojo hebreo
por la hoja en blanco
temo que la burda canción que entono devenga tragedia y vasallaje
la tarde con su coro arcangélico de pequeñas hostias musicadas duele todavía
siempre tuve éxito siendo clandestino
ángeles de discreto aspecto victoriano fatigan aceras
cazan algún niño con anginas o alguna princesa convocada para la ceremonia de la lluvia
ahora mismo chet baker proclama con sordina la vigencia de las anfetas
a chet baker le partieron la boca en Amsterdam
luego recompuso el sex-appeal y el dandy sacó discos con gente amateur de la vieja europa
el dios de la cosecha mordisquea sin estridencias un salmo recatado y puro
vírgenes coreanas encieden incómodos verbos copulativos
mi madre que ha aparecido de improviso viste un kimono rosa en donde puede leerse
un verso de mallarmé en vasco
un verso de keats en esperanto
los versos de keats bailan el kimono roso de mi madre aparecida de improviso
y yo soy el actor perplejo explorando el azar y la causa de las cosas
soy el que se admira de lo prolijo y de lo falso
lo dijo el poeta
yo solo he venido a poner en orden los registros