Será un acto de las burocracias convocantes, no una huelga que continúe la del 20N. El horario -después de las 18 horas- aleja la posibilidad de una acción desde los lugares de trabajo. O sea que sólo se movilizarán los aparatos. Los organizadores justifican la hora de la marcha en la pretensión de atraer a los caceroleros.
La movida de las tres centrales se da en el marco de las negociaciones de unidad de Moyano y Barrionuevo. Moyano se desplaza, de este modo, más decididamente hacia un frente opositor con la derecha interna y externa al PJ contra el kirchnerismo. El otro aspecto es que abre una vía al acuerdo con la CGT de Caló, lo cual implicaría el pasaje de toda la burocracia a la oposición a los K, en función de defender -en primer lugar- la caja de las obras sociales. Para eso, Moyano estaría dispuesto a limitar su injerencia en otros sindicatos, por ejemplo Comercio, para capturar afiliados. La declaración del presidente de la UIA, De Mendiguren, sobre la “atomización” sindical podría indicar que incluso este sector de la burguesía fogonea el pasaje entero de la burocracia a la oposición. Los capitalistas nacionales quieren poner fin al ‘cepo cambiario’ -que en teoría se dispuso para ‘protegerlos’- y defender así su endeudamiento en el mercado internacional.
La fecha
Con la elección de la fecha, el 19 de diciembre se pretende ignorar el aniversario de rebelión popular de 2001. La convocatoria ignora también la lucha del subte, incluso por parte de la CTA, por la complicidad con la burocracia de UTA y el coqueteo con la CGT Balcarce.
No es un secreto que Moyano y Barrionuevo pretenden jugar un papel en la reorganización del PJ disidente con los Macri, los De la Sota o incluso, de acuerdo con la marcha de la crisis política, los Scioli o De Narváez. En el caso de Micheli, su horizonte político es el FAP -el cual está en tratativas con la UCR. La burocracia se alinea con una salida patronal al agotamiento del kirchnerismo.
Programa y política
En oposición a estas brutales omisiones, el eje del clasismo y la izquierda debe ser, en primer lugar, la victoria de los trabajadores del subte. Esto significa la derogación del descuento para la UTA y de los días de huelga, así como el retiro incondicional del proyecto anti-sindical en la Legislatura. En segundo lugar, organizar una gran movilización popular a Plaza de Mayo, el 20 de diciembre.
Defendemos la continuidad de la huelga del 20N, por medio de un paro activo nacional de 36 horas y un plan de lucha. Es lo que acaba de reclamar el plenario de delegados del Banco Provincia. También reclamamos como los movimientos sindicales y fabriles por el doble aguinaldo o el adicional de fin de año para compensar inflación y ganancias.
En este nuevo aniversario del Argentinazo, el agotamiento de la experiencia política que buscó estrangular la rebelión popular de 2001 ha vuelto a colocar en las calles el descontento de todas las clases explotadas. La burocracia sindical quiere llevar los piquetes y cacerolas de 2012 al campo de un recambio capitalista. Ganemos la calle y la plaza del Argentinazo el próximo 20, para forjar una alternativa política dirigida por la clase obrera en forma independiente.
Néstor Pitrola