El aeropuerto es más llevadero con la maleta Trunki

Por Y, Además, Mamá @yademasmama

La maleta Trunki para niños fue un flechazo mío, pero ya nos ha conquistado a toda la familia. Al peque le encanta su tigre, pero a nosotros más, porque nos ha hecho muy llevaderos los ratos de espera en el aeropuerto durante nuestro último viaje. Y con un niño de 3 años que acaba de entrar en el mundo de las rabietas por todo lo alto, esto se agradece muchísimo.

La maleta correpasillos ha sido un regalo de cumpleaños del que no puedo estar más satisfecha: ya lo considero una inversión para todos nuestros viajes, sean en avión o no. Cuesta dinero para ser una maleta, pero viendo que se puede usar durante muchos años, me animé a hacerme con ella y no me arrepiento. Primero, porque con la Trunki le enseñamos a cuidar de sus cosas, a preocuparse por ellas y a elegir qué juguetes y libros quiere meter dentro, sintiendo que hace la maleta antes de un viaje como nosotros, con la responsabilidad que ello conlleva.

Pero es mucho más: un correpasillos con el que no se aburre ni un momento, dejándose llevar, dándose impulso, usándolo como asiento donde sea… Hay muchas maneras de jugar con la Trunki, también tumbado encima. Y como se ve en las fotos, las esperas en el aeropuerto dan tiempo como para probarlas todas. El peque está en esa época en la que no quiere salir de casa sin su patinete, su bici sin pedales o el correpasillos, y gracias a esta maleta nos aseguramos tener unas ruedas cerca, también allá donde vayamos.

Para este viaje, no nos atrevíamos todavía a salir sin la silla de paseo, a pesar de que ya casi no la usamos, por si pasábamos el día fuera y la necesitábamos para la siesta. Al final nos alegramos de haberla llevado porque la usamos bastante, pero de no haber sido así, la Trunki nos habría sido indispensable para no llevar por el aeropuerto todas las maletas y a él en brazos. Se monta encima, y ya estamos listos para buscar la puerta de embarque o movernos de un lado al otro sin problemas y jugando.

La Trunki tiene el tamaño justo para ser equipaje de cabina y no hace falta facturarla en avión, otra gran ventaja por la que me decanté para encargarla antes de irnos de viaje. Aguanta muy bien el peso y es resistente (yo también la he usado)

La maleta es segura, no se abre sin más porque tiene dos cerraduras a los lados que se abren de forma sencilla con la llave que viene en el extremo de la cinta negra que sirve como asa y para arrastrarla. Es un ejercicio más de motricidad fina perfecto para los pequeños. Dentro, hay espacio suficiente para guardar sus cosas y tenerlas a mano en el avión. Tiene una bolsa pequeña para cosas más pequeñas y espacio para juguetes, libros, ropa…

Nosotros la usamos en el viaje de ida para tener cerca su camión de bomberos y su avión, el agua, una bolsa con cosas de picoteo y otra con una muda, dos pañales y las toallitas, además de nuestros libros para leer durante el vuelo. A la vuelta nos organizamos peor: llevamos estas cosas en mi bolso de mano y la Trunki nos sirvió para guardar la bolsa de ropa sucia de los tres. Esto demuestra que caber, caben muchas cosas 😉

Hay muchísimos modelos (animales, vehículos, ediciones especiales…), pero no me costó nada decidirme por el modelo del tigre, viendo lo bien que se le da al enano rugir. Ha sido un éxito, y cuando se nos acercaba gente en el aeropuerto a comentar que qué bonito gato, ya se encargaba él de dejarles claro que estábamos hablando de otro tipo de felino Por cierto que todo el mundo nos comentó algo sobre la maleta y la única persona que me dijo que ya tenía una era la azafata de vuelo. Y no me extraña, ella sí que sabe cómo volar

Por si alguien está en duda, éste no es un post patrocinado. La maleta es comprada, pero me gusta tanto que la recomiendo con ganas.

¿Os convence la maleta trunki?