Las organizaciones sociales dicen:
“¡El Agua no es una mercancía! ¡Somos Agua!”
Interesantes conclusiones del documento final de las organizaciones que participaron en el II Seminario Latinoamericano del Agua Como Derecho Humano, llevado a cabo el 11 y 12 de marzo pasado en la ciudad de Neuquén, organizado por la Defensoría del Pueblo de la Ciudad. El mismo consistió en la exposición de paneles de disertantes y especialistas y un encuentro posterior que tomó una modalidad asamblearia desde las diversas organizaciones, vecinos y expertos que participaron del encuentro.
por Irina Gari – desde Neuquén
“Nos acusan de fundamentalistas, de basarnos en saberes vulgares, de no tener pruebas científicas ni de tener especialistas que nos apoyen…Ahora les decimos: ¡Aquí están los especialistas (Refiriéndose a la participación de Raúl Montenegro, Elsa Bruzzone, Marta Maffei y Javier Rodríguez Pardo), los invitamos a participar de este debate y no los vemos!” Manifestó Adriana Milán, integrante de AVAL[1] al referirse a la impune postura del gobierno provincial ante la lucha contra la megaminería. De este encuentro surgió un extenso pero interesante documento final que recapitula las principales problemáticas y conflictos vigentes en nuestro país: “Consideramos que este documento no sólo da cuenta de la complejidad de las cuestiones socioambientales vinculadas con “el agua como un derecho humano universal, indivisible, inalienable e interdependiente de otros derechos; sino que con él intentamos poner en evidencia los múltiples conflictos y preocupaciones que emergen en los lugares más recónditos de nuestro país, en defensa de los bienes naturales y la lucha por el reconocimiento de la dignidad humana de la que somos merecedoras todas las personas”. Explica Silvia Leanza, miembro de la Fundación Ecosur y FOPERMA[2].
El documento inicia pronunciándose, de más está decirlo, a favor del agua como derecho humano de los pueblos, pero algo interesante es que insiste en la idea de Bienes Comunes. Como propone Rodríguez Pardo en su último libro[3], las riquezas que se encuentran en la tierra no son “recursos naturales”, sino Bienes Comunes: Referirse a ellos como recursos naturales representa para el autor una visión economicista, de mercancías, la primera forma apropiación desde el lenguaje ya que al recurso natural se lo puede apropiable y enajenable[4]. De esta manera, continúa exigiendo desde el punto de vista legislativo la protección y defensa de todos los reservorios de agua en todos los estados en los que se encuentren, rechazando cualquier mecanismo de reparación-remediación, como lo proponen principalmente las empresas protagonistas de los mayores saqueos en nuestro país bajo el paradigma de la RSE (responsabilidad Social Empresaria) y desde las cúpulas del Gobierno Nacional ante el veto de la Ley de Glaciares.
Otro punto en el que hace hincapié esta recopilación de denuncias es la necesidad de la gestión saneamiento y protección integral de los recursos hídricos superficiales y subterráneos, basado en la definición de cuenca hídrica a partir de la conformación de comités interjurisdiccionales para regular las masas de agua. Por otro lado, en el mismo eje se rechaza el ordenamiento territorial que pretende realizar la implementación del eje Sur del IIRSA conocido como el Corredor Bioceánico Norpatagonico, el cual, al igual que los demás ejes, se impulsa sin la consulta de las comunidades afectadas y se implanta con el solo efecto de facilitar servicios a los grandes grupos económicos generadores de inmensos pasivos ambientales (Ind. Petrolera, Megamineras, Monocultivos de soja).
A propósito de la megaminería, las organizaciones le solicitan al Congreso Nacional la urgente revisión de la ley de Inversiones Mineras, el Codigo Minero y el tratado Binacional Argentino-Chileno, normas que representan los verdaderos andamios legales que sustentan este tipo de minería. El documento ahonda sobre la situación provincial, rechazando los emprendimientos pretendidos para la región patagónica y también repudiando “las acciones de coacción ejercida por quienes detentan el poder político y económico en la Provincia de Neuquén, quienes utilizan mecanismos propios de las dictaduras militares[5]” y se solidariza con quienes sufrieron y sufren las consecuencias de tal accionar (El año pasado integrantes de AVAL y AVACAM sufrieron graves incidentes como incendios en sus viviendas, daños a sus automóviles y un grave atentado a la radio local independiente). Por último, el documento se pronuncia a favor de la lucha de la Asamblea El Algarrobo, en Andalgalá, exigiendo la expulsión y prohibición de todo proyecto megaminero a cielo abierto, acompañando a los vecinos que dicen “¡No a Agua Rica. No a Filo Colorado. No a Pilciao 16!”
Los puntos siguientes hacen alusión a la concentración, enajenación y extranjerización de la tierra por parte de particulares y empresas, mencionando los casos de las propiedades de Ted Turner en Villa Traful, las del magnate Joe Lewis a ambos lados del Paralelo 42° junto con su aeropuerto privado, y la gran amenaza inmobiliaria que se cierne tanto sobre los 900 m de altura en los ambientes de montaña como la “dictadura inmobiliaria” que cierran el libre acceso a las riberas de los ríos y lagos. De esta manera, las organizaciones declaran la necesidad de asegurar la libre navegación y acceso a las costas de mares, ríos y lagos para toda la población, profundizando en algunos casos emblemáticos y condenando a los autores intelectuales de la muerte de Cristian Gonzales en el Río Quilquihue en agosto de 2006.
Otro tema tradicionalmente polémico que se aborda es la gestión de los residuos sólidos, declarando que cada municipio y comuna se debe hacer cargo de lo propio sin crear “Zonas de sacrificio” para la instalación de vertederos regionales, promoviendo el reciclado y el compostaje mediante procesos de participación comunitaria.
En relación a la temática de pueblos originarios, se exige a los gobiernos de las distintas provincias argentinas y al Gobierno Nacional el cumplimiento del Articulo N°75 de la Constitución Nacional y la Convención N°169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre derechos indígenas, especificando algunos de los casos más significativos: Apoyar la decisión de las comunidades Mbya Guaraní de Tekoma Yma y Tekoa Kapi’i Yvaté (Misiones) de vivir en aislamiento voluntario ante el atropello de las empresas madereras que extraen sus árboles de su territorio; Solicitarle a la UNLP la devolución a las comunidades Mbya Guaraní del Valle del Kuñá Pirú las tierras que recibió como donación de una empresa papelera; el derecho de la comunidad Mapuche Paisil Antreao de sus tierras ancestrales en el cerro Belvedere apropiadas por el Estadounidense William Fischer, son algunos de los casos mencionados.
De esta forma, si hay algo que nos demuestra este documento es el abanico de lo complejo que resulta ser la situación del agua como derecho humano y las diversas aristas que abarca, y expresa la preocupación desde los diferentes sectores que han participado en este enriquecedor encuentro proporcionando el debate y ha aportado nutritivos enfoques en cuanto a la temática del agua. El agua es elemento vital de dominio público, inalienable, e imprescriptible Sólo la protección de las aguas dulces y saladas, su manejo sustentable, el uso y consumo responsable podrán garantizarnos una máxima resistencia ambiental y social a los cambios climáticos y a otras alteraciones que sufren los ecosistemas. ¡El agua y los ecosistemas acuáticos no son una mercancía! ¡Somos agua![6]
[1] Asociación de Vecinos Autoconvocados de Loncopué; Junto con AVACAM (Asociación de Vecinos Autoconvocados de Campana Mahuida) Son los protagonistas de la lucha en contra del proyecto de la instalación de una megaminera de capitales chinos en el norte neuquino, facilitado por los gobernadores de la provincia Sobisch y Sapag.
[2] Foro Permanente Por El Medio Ambiente en Neuquén. En este foro confluyen diversas organizaciones sociales y ambientalistas de la provincia a partir de la lucha en contra de la megaminería, y fue el responsable de la confección final de este documento.
[3] Rodríguez Pardo, J.: “Vienen por el oro, vienen por todo”, 2009:p10-11. Ed. Ciccus
[4] Ibídem.
[5] Documento Final de las Organizaciones participantes del II Seminario “El Agua Como Derecho Humano”; 11 y 12 de marzo de 2010, Ciudad de Neuquén
[6] Ibídem
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