El AGUA COTIZA EN EL MERCADO DE FUTUROS.

Publicado el 12 diciembre 2020 por ArÍstides

EL AGUA SUCIA NO PUEDE LAVARSE (Proverbio africano)

fuente: pinterest.es

Los chicos de Wall Street no tenían suficiente con especular con los productos de primera necesidad. Les va la marcha, y han decidido poner en práctica algo similar al Nasdaq Veles California Water Index. Este índice, que comenzó a funcionar en octubre de 2018 en California, constituye su referente. Pero no se trata de comprar y vender el agua, que en muchos países es un bien común y de derecho público. Lo que estos chicos pretenden es especular con los derechos, es decir: si un agricultor no va a necesitar los derechos que posee del agua para regar, los puede vender para que sea otra persona quien los disfrute. Esto ha sido práctica habitual entre agricultores locales, a pequeña escala y de la misma cuenca fluvial.

Sin embargo, el problema surge cuando alguien instalado en un rascacielos y detrás de un ordenador se pone a comprar y vender unos derechos a lo grande, sobre los que no sabe nada. Algo similar ocurrió cuando estos chicos comenzaron a especular con el trigo y el arroz. El resultado es que alteran los precios de estos productos de primera necesidad sin importarles los ingresos de los agricultores o si podrían ser pagados por los más pobres. Lo suyo es ganar una pasta gansa aunque se condene a la hambruna a quienes no pueden pagar los céntimos de más con los que ellos especulan.

Es cuestionable que se haga negocio de unos derechos que son de uso público y sobre un producto que la Naturaleza da gratis. Estas prácticas pueden llegar a producir situaciones ridículas pero lucrativas, como por ejemplo que se compren derechos de una cuenca con caudal y se vendan para otra cuenca que no lo posee. De la misma forma, se podrían vender más derechos de agua de los que realmente dispone la cuenca fluvial.

Estas prácticas llevadas a gran escala, que llegarán, pueden condicionar los cultivos, la recarga de acuíferos y la vida vegetal y animal de los ríos, porque quien dispone de los derechos posee una herramienta determinante sobre lo mencionado. Todo parece indicar que el hecho de que el agua cotice en el mercado de futuros supone dejar un recurso tan importante para la vida en unas manos más preocupadas por la especulación que por el bien común.