Número de páginas: 272
Sinopsis: Los Sureda-Faura son una familia formada por tres hermanos, Laura, Ignasi y Judit, y sus padres Helena y Sebastián. La familia vive en el pueblo, en la casa familiar de veraneo de los abuelos Faura. Sebastián es un reconocido dramaturgo que siempre ha antepuesto su carrera a su familia, incluso en los años clave de la infancia de sus hijos, que lo necesitaron más que nunca después de la trágica e inesperada muerte de Helena por una picada de abeja.
Pasan los años, Sebastián muere y los tres hermanos se reúnen. Hay que pensar qué hacer con la casa familiar. La muerte del padre coincide con un momento en la vida de los tres hermanos que los lleva a decidir instalarse todos en la casa. Ignasi se ocupará de la reforma para poder venderla mejor, y mientras tanto Laura decide poner orden a la biblioteca familiar.
Opinión personal
Leí por primera vez a Silvia Soler en 2015 con 'Un año y medio', aunque su trayectoria en la novela viene de mucho tiempo atrás. No tardé en enamorarme de su forma de relatar la cotidianidad del día a día, las pequeñas reuniones familiares, las dificultades del día a día, las ilusiones que nos sirven de gasolina para continuar... Y eso fue lo que seguí buscando en sus nuevas novelas, y lo que afortunadamente encontré, y seguí admirando.
En esta ocasión, nos presenta a la familia Sureda-Faura. Al frente de la familia Helena y Sebastià, un matrimonio que formaron dos jóvenes enamorados y llenos de ilusión, pero que año a año ha ido deteriorándose al centrarse Sebastià por completo en su faceta de dramaturgo. Fruto de esa unión conoceremos a Ignasi, Judit, y a Laura -nuestra narradora-, unos hermanos que después de años de distancia vuelven a unirse tras la muerte del patriarca.
Como suele pasarme con Soler -y por eso repito, y repito- me ha encantado la historia, pero también la forma de narrarla. El hilo conductor que utiliza Laura para contar su historia, la de sus padres y la de sus hermanos, desde la niñez hasta la actualidad, es la biblioteca que ha construido a lo largo de los años su padre, con cientos y cientos de libros. Mientras lleva a cabo la complicada tarea de clasificarlos entre los que quiere conservar y los que donará, nos muestra retazos de su infancia y adolescencia, de la historia de amor de sus padres, de su relación con sus hermanos... Me ha parecido una manera muy original de conducirla, pero también un homenaje precioso a los amantes de los libros, y a la familia.
En cuanto a los personajes, en quien mas profundizamos es en Laura, que me ha parecido muy sincero y que muestra una gran evolución a lo largo de la novela, pero mi favorito, aunque solo hayamos podido conocerlo a través de pequeñas historias, es el de Helena, la madre de la familia; una mujer cariñosa, valiente, divertida y ante todo, una madre abnegada.
Así pues, vuelvo a una autora que para mi ya es garantía de éxito, convencida que todo aquello que lleve su nombre me regalará una historia valiosa; sencilla en apariencia pero dotada de una gran profundidad y trabajada con amor y mimo por el detalle.