Principales propiedades:
Lo conocemos como condimento, pero en realidad sus propiedades medicinales ganan por goleada al sabor y aroma que aporta.
- Es un potente vasodilatador, evita los coágulos que puedan formarse y desencadenar trombosis, infartos de miocardio o anginas de pecho. Además reduce la presión arterial, el colesterol y los triglicéridos, evitando así que nuestras arterias se obstruyan.
- Es un excelente bactericida y antiviral, es decir un antibiótico natural.
- Impide el crecimiento de hongos y levaduras.
- Es un gran antiséptico.
- Es antioxidante.
- Refuerza el sistema inmune.
- Incrementa los niveles de insulina, lo que hace que se reduzcan los de azúcar en la sangre.
- Favorece las secreciones de jugos estomacales, por lo que es digestivo. A diferencia de los antibióticos sintéticos, sólo actúa sobre los agentes patógenos, respetando la flora intestinal.
- Gracias a su contenido en azufre mantiene la buena salud del pelo, piel y uñas.
- En aplicación externa, machacado con aceite, se utiliza para tratar callos y verrugas.
- En el jardín, mantendrá alejados a los insectos.
Para beneficiarnos al máximo de las propiedades del ajo no debemos cocinarlo, ya que se perderán la mayor parte de ellas durante la cocción. Podemos comerlo tal cual, o acompañando ensaladas, carnes y verduras, pero siempre que podamos, en crudo.