Si me concedes el beneficio de la duda,hallarás tesoros refulgentescuya luz dimana ese pasado que,buscando en mi, descubres, pues teofrezco. Más también podrásembriagarte con vetustas casas dedos pisos, cámaras de sueños tendidosal verano, bargueños disfrazadosde escritorios o terrazas dondeclivias y geranios valen la almohadillarota de un remoto y gato gris.Piénsalo bien. Allí, el másdiáfano de los colores halla su sombradesprendida. En sus brillos puedesofuscarte y aun caer. No es traidor,tal vez, quien hoy te avisa.Y no es que quiera transmitirteuna oscura noticia que peligrollamas y amenaza. Sólo quierodesbrozar futuras selvas con presentescomuniones. En mí abocanhondonadas. Precipicios aparecen en elllano. Soy la ruta esquiva y sinuosaen el plano inmaculado. La sesgadadirección de toda línea. Almaoblicua que ama, al fin, la rectitud.Vicente Cervera