Camaradas,
El Almirante Miiklos Horthy, Regente del Reino de Hungría, ha partido hoy para Budapest después de haber pasado tres días (desde el 8 de septiembre) en los Cuarteles Generales del Führer en Rastenburg.
El Regente, que había sido invitado por el Führer, ha estado acompañado por el Primer Ministro y Ministro de Asuntos Extranjeros de Hungría, Laszlo Bardossy, así como por el Jefe del Estado Mayor Hüngaro, el Mariscal Szombathely. El enviado húngaro en Berlín, Mariscal Sztojai y el enviado alemán a Budapest, von Jaglow, han acompañado al Regente en su viaje.
Durante su estancia, el Führer y el Regente han discutido la situación militar y política. Las entrevistas han estado imbuidas del tradicional espíritu de hermandad en armas de los dos pueblos. Además, Horthy ha tenido ocasión de visitar al Comandante en Jefe del Ejército, Mariscal von Brauchitsch y, al final de su visita, de aceptar la invitación del Reichsmarschal Göring a sus Cuarteles Generales.
El Führer tiene en gran estima a Hungría, que siempre se ha mostrado como una fiel aliada. El 28 de junio, seis días después del comienzo de la invasión y un día después de que Hungría declarase la guerra a la Unión Soviética, Horthy le escribió en los siguientes términos: “Por el gran combate que Su Excelencia ha iniciado contra el Bolchevismo, este peligro asiático, no sólo Hungría sino toda Europa estará por siempre en deuda con usted… Me siento feliz de que nuestras armas, codo a codo con el glorioso y victorioso Ejército Alemán, tomen parte en la destrucción del peligroso cubil comunista y en la Cruzada por la defensa de nuestra cultura.”
El Cuerpo Rápido Motorizado Gyorshadtest que Hungría ha enviado al Frente Este se ha granjeado las alabanzas del Alto Mando Alemán por sus sobresalientes logros y victorias. A pesar del entusiasmo con que se han acogido en Hungría las victorias de su Cuerpo Rápido, distinguido, entre otras operaciones, en el cerco de Uman, los húngaros se han puesto nerviosos porque la esperada victoria de la Wehrmacht sobre la Unión Soviética no se ha llegado a producir cuando ya se han cumplido más de dos meses y medio desde el inicio de las hostilidades.
El General de Infantería Henrik Werth, Jefe de Estado Mayor de Hungría, había asegurado que la guerra no se prolongaría durante más de seis semanas, lo que ha demostrado ser una estimación demasiado optimista. Lo cierto es que Werth, húngaro de ascendencia alemana, es un gran simpatizante del Nacionalsocialismo que se dejó llevar por un arrebato de germanofilia. En sus propias palabras: “Para mí, lo más importante es que no nos quedemos fuera de esta guerra.” El 4 de septiembre de 1941, hace apenas una semana, el Almirante Horthy optó por destituirlo.
Precisamente uno de los temas que Horthy ha querido sacar a colación ante el Führer durante las entrevistas ha sido la retirada de dicho Cuerpo del Frente y su regreso a Hungría. Horthy ha obtenido la aprobación del Führer a cambio de que Hungría proporcione cierto número de “unidades de ocupación” que se puedan hacer cargo de la retaguardia del frente alemán y aseguren sus líneas de comunicaciones y transporte ante la creciente actividad partisana.
En el acto ceremonial de hoy que ha puesto fin al encuentro, el Führer ha concedido al Regente en su calidad de Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas Húngaras, la prestigiosa Cruz de Caballero de la Cruz de Hierro.
Es lebe Ungarn!Es lebe Miklos Horthy!