'El alquimista de Granada', de Washington Irving

Publicado el 21 junio 2012 por Carm9n @Carmenyamigos

Washington Irving me ha gustado desde siempre, desde que empecé a conocerlo en los años de estudio de literatura americana. ¿Cómo no sentir debilidad por un autor, representante del Romanticismo americano, que ama el pasado, el medievo, lo fantástico, las leyendas y las ruinas, y que tuvo tanta influencia en la visión exótica, orientalista y pintoresca de España?
Washingtoin Irving (1783-1859) fue el creador del cuento corto en la literatura americana y el primero que pudo vivir de las letras, de su oficio de escritor. Quizá no es todo lo conocido por aquí que debiera, pero si comento que es el autor de La leyenda de Sleepy Hollow, que Tim Burton popularizó en la versión cinematográfica, muchos lo iréis situando, o que es el autor de Los cuentos de Alhambra que le dieron fama y reconocimiento. Washington Irving vivió cierto tiempo en España y quedó prendado de Granada, de su pasado nazarí y de la Alhambra, en la que estuvo alojado.   

Hasta el momento en el que recibí el libro de Ediciones Traspiés no conocía este relato, por primera vez traducido al español por Federico Villalobos. El título original es The student of Salamanca, pero la traducción me parece muy acertada ya que se acerca más al argumento de la novelita y evita la confusión con la obra de Espronceda del mismo título.
"Hubo una vez, en la antigua ciudad de Granada, un joven llamado Antonio de Castros. Vestía a la manera de los estudiantes de Salamanca; solía visitar la biblioteca de la Universidad para consultar sus libros y, en sus momentos de ocio, satisfacía su curiosidad explorando los grandiosos vestigios moros que dan renombre a Granada."

En esta vieja biblioteca obseva día tras día a un anciano de pobre vestimenta, siempre rodeado de libros y absorto en su estudio. El estudiante intenta contactar con él, de modo infructuoso, y decide seguirlos. Así, entre ruinas y rodeada  de frondosa vegetación encuentra su vivienda, una vieja mansión venida a menos. En ella vive don Félix,  el alquimista, con la única compañía de su hija, la bella Inés, y una vieja criada. Y hasta aquí puedo contar...
La alquimia, las viejas ciencias y sus estudiosos, la Inqusición, los arrebatos y los sufrires del amor, van llenando las páginas con un lenguaje un tanto arcaizante, pero encantador y cautivador, envolvente, sencillo y muy descriptivo, que nos traslada a una Granada que no parece haber superado la Edad Media y nos envuelve en su esplendor decadente.
El alquimista de Granada ha sido una verdadera delicia de lectura. ¿Os animáis vosotr@s?

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