Es descarado y hasta llega a rayar la ridiculez y a insultar nuestra inteligencia cuando algunos profesores, sea por el motivo que sea, vuelcan todo el favoritismo y elogios en un determinado alumno, en muchos casos sin llegar a pensar el daño que le pueden llegar a provocar, ya que haga lo que haga siempre habrá una excusa para ponerle la mejor nota; el alumno perfecto que nunca falla ni se equivoca, los puntos negativos para él no existen, porque tanto su comportamiento como su sabiduría y su conducta son ejemplares, los únicos capaces de ser profetas en su tierra. Les llueven los dieces, mientras que para otros un diez es una misión casi imposible de conseguir, porque somos alumnos imperfectos y el menos uno en comportamiento ya está asegurado. El corporativismo en estado puro, como los Tres Mosqueteros, uno para todos y todos para uno. Es curioso observar que cuando se presentan a algún concurso de talentos fuera de su protección no brillan ni aunque les pongan halógenos, porque no tienen ni pajolera idea de nada y, lo principal, no les conocen. Seguir leyendo...
Mi último artículo para larazon.es
Es descarado y hasta llega a rayar la ridiculez y a insultar nuestra inteligencia cuando algunos profesores, sea por el motivo que sea, vuelcan todo el favoritismo y elogios en un determinado alumno, en muchos casos sin llegar a pensar el daño que le pueden llegar a provocar, ya que haga lo que haga siempre habrá una excusa para ponerle la mejor nota; el alumno perfecto que nunca falla ni se equivoca, los puntos negativos para él no existen, porque tanto su comportamiento como su sabiduría y su conducta son ejemplares, los únicos capaces de ser profetas en su tierra. Les llueven los dieces, mientras que para otros un diez es una misión casi imposible de conseguir, porque somos alumnos imperfectos y el menos uno en comportamiento ya está asegurado. El corporativismo en estado puro, como los Tres Mosqueteros, uno para todos y todos para uno. Es curioso observar que cuando se presentan a algún concurso de talentos fuera de su protección no brillan ni aunque les pongan halógenos, porque no tienen ni pajolera idea de nada y, lo principal, no les conocen. Seguir leyendo...
Es descarado y hasta llega a rayar la ridiculez y a insultar nuestra inteligencia cuando algunos profesores, sea por el motivo que sea, vuelcan todo el favoritismo y elogios en un determinado alumno, en muchos casos sin llegar a pensar el daño que le pueden llegar a provocar, ya que haga lo que haga siempre habrá una excusa para ponerle la mejor nota; el alumno perfecto que nunca falla ni se equivoca, los puntos negativos para él no existen, porque tanto su comportamiento como su sabiduría y su conducta son ejemplares, los únicos capaces de ser profetas en su tierra. Les llueven los dieces, mientras que para otros un diez es una misión casi imposible de conseguir, porque somos alumnos imperfectos y el menos uno en comportamiento ya está asegurado. El corporativismo en estado puro, como los Tres Mosqueteros, uno para todos y todos para uno. Es curioso observar que cuando se presentan a algún concurso de talentos fuera de su protección no brillan ni aunque les pongan halógenos, porque no tienen ni pajolera idea de nada y, lo principal, no les conocen. Seguir leyendo...