Oh, venga, ¡ahora no, que he ligado!
Muchos de nosotros hemos asumido que no tenemos madera de protagonista guay. Pero no pasa nada, porque aún nos queda opción de ser el típico amigo graciosillo, el favorito del 80% del público y el que probablemente gane un Oscar si se lo monta bien.Muchos pensaréis que su única función es decir tonterías durante todo el metraje, pero estáis muy equivocados: su papel es mucho más complejo y resulta fundamental para el desarrollo de la trama (o sea, para que el protagonista mole más aún).
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