El amor en los temas de Extremoduro (Standby)

Por Alberto C. Molina

«Vive mirando una estrella
siempre en estado de espera.
Bebe a la noche ginebra
para encontrarse con ella.»

Así comienza la última canción del álbum Yo, minoría absoluta (2002). Primera estrofa de una balada magnífica, mayúscula, soberbia, excelsa. Una de esas canciones por las que, cuando se echa la vista atrás sobre  el camino andado, hasta los recodos más angostos  y tortuosos son capaces de producir un atisbo de nostalgia… Cuántos corazones rotos habrán enmudecido con esa letra, cuántas cicatrices habrán sangrado cuando se creían selladas. Y es que, pese a ser considerados uno de los grupos más canallas que ha dado jamás este país, los eternos incomprendidos del Rock español, a Extremoduro corresponde la autoría de semejante obra de arte.

«Sueña que sueña la estrella
siempre en estado de espera;
vuelve a coger la botella»

Roberto Iniesta, el alma de la banda, puso la suya propia en una de las pocas baladas que ha compuesto, a lo largo de su dilatada carrera, narrando una historia de amor en tercera persona. Hechos curiosos para los foráneos de esta religión, pero los fieles del Rock saben muy bien que las mejores baladas pertenecen a este género. No hay discusión posible. Quizás debiera resultar más llamativo si cabe el encontrar lo único anglosajón de la canción en su título (En espera). ¿Qué habría sido de la historia de la estrella que soñaba y soñaba si hubiera sido compuesta en inglés por un grupo británico o norteamericano? Seguramente estaríamos, sin exagerar, ante uno de los grandes temas de todos los tiempos. Nos quedaremos entonces con la lectura positiva, hay un motivo más para presumir de Rock patrio y se llama Standby.

Vive mirando una estrella
siempre en estado de espera.
Bebe a la noche ginebra
para encontrarse con ella.

Sueña con su calavera
y viene un perro y se la lleva,
y aleja las pesadillas
dejando en un agujero
unas flores amarillas
pa’ acordarse de su pelo.

Sueña que sueña con ella
y si en el infierno le espera…
Quiero fundirme en tu fuego
como si fuese de cera.

Antes de hacer la maleta
y pasar la vida entre andenes,
deja entrar a los ratones
para tener quien le espere.

Sueña con su melena
y viene el viento y se la lleva,
y desde entonces su cabeza
sólo quiere alzar el vuelo,
y bebe rubia la cerveza
pa’ acordarse de su pelo.

Sueña que sueña la estrella
siempre en estado de espera;
vuelve a coger la botella
y pasa las noches en vela,

…siempre en estado de espera.