El amor en los tiempos del cólera

Publicado el 28 diciembre 2020 por Malama

 
No pude escuchar la emisión el pasado día 25 del «Cuento de Navidad de la SER» basado en la novela de Gabriel García Márquez El amor en los tiempos del cólera, como un homenaje a los mayores en estos tiempos de pandemia. Lo hice anoche, con mi ejemplar delante. (Nota bene para bibliófilos: tengo la primera edición en Bruguera de diciembre de 1985, una rareza entre un millón de ejemplares de tirada, je). Verdaderamente, no hay color entre la experiencia de lectura o relectura de una obra así y una ficción sonora de hora y media interpretada por buenos actores. Pero es extraordinaria la calidad de la adaptación de la novela por el escritor teatral y guionista Pablo Remón y la dirección de Ana Alonso, y quiero recomendarla porque estoy seguro de que los escuchantes pasarán un buen rato y sentirán la necesidad de volver sobre aquel texto magistral, como me ha pasado a mí. Es admirable cómo Remón selecciona fragmentos y frases de la novela sin apartarse del lenguaje de García Márquez y construye un relato radiofónico que combina el estilo indirecto de unos narradores con el estilo directo de los protagonistas sin que el lector deje de reconocer la obra original. No hay nada de lo esencial que no esté recogido en esta microversión de la novela. Me he acordado de una amiga que suele preguntarme cómo estoy y a la que yo muchas veces le he respondido con una frase parecida a esta que ni recordaba que estaba en El amor en los tiempos del cólera: «Deja que el tiempo pase y ya veremos lo que trae». Aquí puede escucharse esta delicia, en la interpretación de actores como José Sacristán y Susi Sánchez —que son narradores y Florentino Ariza y Fermina Daza mayores—, de Ricardo Gómez y Greta Fernández —que son narradores y Florentino Ariza y Fermina Daza jóvenes—, de Juan Diego Botto como Juvenal Urbino, de Ana Wagener, de Nancho Novo, y de otras voces invitadas, como la protagonista del loro a cargo de Raúl Pérez o la de, entre más de una docena, de Primitivo Rojas. Un disfrute.