Me lo pasó mi hermana, y me gustó mucho. Con constante diálogo, y profundidad bajo la narración ágil.... en los últimos años me había olvidado de respirar... ... me ven como a alguien especial, sensible, ingenioso, un hombre de mundo. Esa visión parece haberse convertido en mi imagen real. Y claro, alguien así no tiene problemas, alguien de éxito no te invita a una cerveza para contarte sus preocupaciones y miserias. Un autor de bestsellers con miedos, qué absurdo.Vivo en un traje de astronauta hecho ironía, cosido con cinismo y revestido de extrañeza. Solo salgo de él cuando bebo y cuando escribo. Y, últimamente, solo cuando bebo.Pero después aprendió que nunca hay nada que lamentar y, más aún, que tampoco nos estamos perdiendo nada. Nos pasamos la vida creyendo que nos perdemos cosas -pensaba - y sufrimos por tener que elegir de entre las muchas posibilidades que nos tientan. No se puede vivir en subjuntivo, no podemos estar en todas partes. Y ser conscientes de lo que no tenemos nos vuelve locos....paradójicamente, la opresión de la soledad había desaparecido con la soledad.Ni se planteaba escribir, para eso necesitaba estar o bien completamente solo o bien solo en medio de una masa de gente, como en un tren o en un café.Creo que tu personalidad está en transición, eso es todo. En la naturaleza muchos animales cambian: la serpiente muda la piel y los pájaros, el plumaje. Durante el cambio la mayoría de ellos están muy feos y vulnerables, pero después resurgen renovados.Por una vez en su vida tenía que arriesgarse de verdad. No era el momento de dar mil vueltas a las cosas, de sufrir, de hacerse la víctima, de dejarse llevar por el orgullo, de ser buena.... en realidad no es que tenga autoestima, solo finjo tenerla de cara a la galería. Algo así como los actores de solo lo son para poder interpretar sus propias vidas. Pero, ¿y si la autoestima real consistiera precisamente en mandar a paseo la autoestima fingida? ¿Qué se sentirá al dejar de interpretar y empezar a vivir?
Volar
La vida en el cuartel, la instrucción militar y sus cuadriculadas normas. La nueva y joven promoción de Los Alcázares, Murcia, acapara la mirada de este documental, con la cámara pegada a la piel y a los gestos de los reclutas que se preparan para volar.
Me siento incapaz de comprender el universo militar. No comparto ni la sumisión absoluta (y absurda), ni ese entrenamiento para matar, con la excusa de defender nuestras fronteras.
Documental del 2012 dirigido por Carla Subirana, autora también del guión.Contrapuesta la sensación de libertad del vuelo, a la cerrazón sectaria del ejército.