Margherita abandona la ciudad tras enterarse de la infidelidad de su marido. Junto a sus animales regresa a Roccafitta el pueblo de la Toscana en el que se crió y donde aún vive su padre. El regreso supone para ella afrontar el fracaso de su matrimonio y de su vida en general pero una nueva ilusión comienza a abrirse paso en su vida: abrir el restaurante que fue de su madre y poder, de esta manera, dedicarse a su pasión, la cocina.
Fuera de dicha pasión la historia tiene muchos más ingredientes. Conoceremos al protagonista Nicola Ravelli así como su insistencia en comprar los viñedos del pueblo para fabricar vino comercial. Su relación con Margherita es un continuo tira y afloja llena de momentos tensos, guerras dialécticas y una pasión que nace entre fogones.
La relación de Margherita con los habitantes del pueblo y sobre todo los problemas con su padre serán parte importante de la historia.
El amor es un bocado de nata es una historia deliciosa. Sencilla, tierna, divertida e ingeniosa que, creo, enamorará sin esperarlo a los lectores afín del género. Una novela cargada de sensualidad, pasión y segundas oportunidades.
A mi me ha dejado con ganas de más.
Suma de letras, 05/02/2014 / 327Pág / 17.50€