el amor propio parte II
Continuación de la primera parte del artículo El Amor Propio.
Siempre desde hace muchos años leía muchos libros de autoayuda y si era genial leerlos, pero realmente los miraba con el cerebro, no con el corazón y con las enseñanzas tan ricas que contribuían a mi crecimiento, a mi evolución, la enseñanza me duraba dos días, al tercero volvía a la postura cómoda. Sabía muy bien la teórica, pero a la hora de la práctica, que difícil se me hacía eso. (Pero os aseguro que leer, escuchar, y conocer no está demás).
Esas enseñanzas cuándo estás listo para renacer a la vida del crecimiento y apertura de tú corazón, son claves que no se olvidan, tan solo las prácticas con perseverancia, callando la vocecita esa que te limita y te hace tener pensamientos negativos, porque te das cuenta que la fuerza del Amor es más poderosa que el temor.
Descubrí una frase en un libro hace muchos años y ya hace tiempo que la comprendo, la asimile bien, y cuándo estoy dudosa, o confusa recurro a ella. Esta decía que la vida solo se componía de dos cosas, amor, y temor. Y si buscáis el significado a ejemplos de la vida, os daréis cuenta que es verdad, una grandísima verdad.
La verdad la descubrí cuándo por tanto esconderme, y limitarme, no expresar quién era, llego un día que enferme mentalmente, de tal forma y manera que acabe ingresada en la unidad de psiquiatría de un hospital, y no solo una vez, ingrese por tres veces.
Las emociones me daban pavor, me desbordaban, no las controlaba. Esa dura experiencia, que para muchos de vosotros pensareis, pobrecita, otros pensaran es una loca, cada cual a su juicio sacara sus conclusiones, (sus teorías según lo que haya vivido) y otros tan solo lean sin juzgar, y valoren el gran esfuerzo que hecho para conseguir ser quién soy, y al final poder decir, soy feliz por ser como soy.
Donde otros pueden ver un fracaso, y no levantar cabeza, yo lo acepte como una durísima prueba que yo misma me había puesto y lo valoro como la mejor experiencia de mi vida, porque llegar a ese punto de enfermedad me ha dado las armas de amarme, de aceptarme, de quererme y de valorarme. Muy importante, hoy en día digo que feliz me siento conmigo misma.
Ya no busco la aceptación de nadie, porque me acepto. Ahora tan solo comparto con mis semejantes, con otros seres desde mi sabiduría, desde mis experiencias que para mis años han sido muchas y muy negativas. No es cuestión de contar mi vida entera, porque no es que me importe contarla es porque estoy centrada en hablar sobre el amor.
Lo único que pretendo con este mensaje es ayudar a la gente a que se ame, a que se mire, se escuche, y se acepte sin límites, es la única manera de conseguir equilibrio emocional, mental y personal. De sentir una satisfacción infinita y de valorar cada pequeña cosa que la vida nos ofrece, y nos regala.
Animo a que se conozcan desde el corazón, y que poco a poco vayan evolucionando y reconociéndose, puliéndose, siendo lo que de verdad son.
Os imaginabais que el amor por uno mismo ¿es ser un egoísta? Pues no, os equivocáis, nunca hay que caer en el narcisismo, pero amarse con el corazón puro, con el alma, y respetarse desde lo más profundo da muchas satisfacciones, probarlo y descubrirlo por vosotros mismos.
No caigáis en el error de ser cerrado mentalmente, de mirar hacia otro lado y decir esto no va conmigo. Detente tu que lees, y piensa, reflexiona cada pregunta, y cada hecho. No significa que te vaya a costar una enfermedad a ti también, pero significa que las carencias de amor hacia uno mismo, pueden destruirte y no hay culpables.
Tú puedes llegar a ser tú mejor amigo, ó tú peor enemigo. En tú tejado dejo la pelota, tú decides. ¿Si no me siento feliz con lo que hecho hasta ahora y he conseguido, debo cambiar algo? Si la respuesta es sí, empieza por ti mismo.
Ámate y veras como es más fácil que te amen, porque encontraras a personas tan autenticas como tú, tu vida girara sobre lo que has deseado siempre, y todo por amarte. Animo en el camino del amor a tu persona desde la bondad.
Me encanta escribir, es una de mis pasiones, y ayudar a los demás. Puedes escribirme al correo electrónico webmail.sara@gmail.com