¿Hasta qué punto las experiencias traumáticas nos cambian la vida? ¿Y hasta qué punto influyen en el comportamiento de las personas cercanas? Sara, la protagonista de esta novela, es una mujer atractiva y profesional que vive con su pareja en una existencia que podría calificarse de «normal» hasta que un día presencia un suceso terrible: un mendigo se arroja a las vías del metro después de pedirle limosna, ayuda que ella le negó. Sara sufre un impacto tan grande que no puede seguir su ritmo habitual y, más tarde, acude a un psiquiatra. Su chico, Eduardo, se encarga de cuidarla; pero, a veces, la frontera entre el cuidado y el control enfermizo del otro se vuelve difusa, sobre todo cuando uno de ellos está débil («¿No le parece que hay cierto placer en cuidar de alguien hasta convencerle de que no puede responsabilizarse de sí mismo?», pág. 40).
Marina Sanmartín