Portada del tomo
Este segundo volumen recoge la antorcha en el punto en que lo dejó el primero, con los protagonistas de la historia a punto de morir y con un Lex Luthor más intrigante que nunca.
El poder corrompe
Y el poder absoluto corrompe absolutamente, lo que precisamente se podría aplicar muy sobradamente al mayor enemigo de Superman.
Parece mentira que un simple hombre sea capaz de causar tanto mal, hecho a sí mismo y uno de los más ricos del mundo con una privilegiada mente científica que le hace estar muy por encima de los demás, y precisamente por esto también apartado de todos.
La búsqueda de poder ha sido siempre lo que ha buscado a Lex Luthor y cuando los anillos negros hicieron su aparición no tuvo duda de que debía perseguirlos. Una locura que sigue en este tomo en el que el industrial irá desde su amada Metrópolis hasta las vastas galaxias que pueblan el espacio.
Invitados a la alfombra roja
Por supuesto que si este genio estuviera solo no podría hacerse la historia, y en una de las características de esta es lógico que se encuentro con algunos de los personajes más relevantes del Universo DC.
Por destacar hay que citar a Vandal Savage, que ya estaba presente en el número uno, y por el que Luthor guarda un nada oculto desprecio. Otro de los invitados de más alto nombre es el Joker, el enfermizo enemigo de Batman y que muestra aquí quizá estar más cuerdo de lo que muchos nos pensamos. Y por último, no podía ser de otra forma, hará su aparición Superman que realmente poco aporta y es más una cuestión obligada por los designios editoriales.
¿Quién es Lex Luthor?
Más allá de la trama de este cómic, que no es nada del otro mundo aunque sea entretenida (pero no pasará a los anales del coleccionismo), lo que interesa es ese retrato que se hace de Lex. Un hombre intrigante, malvado, que solo vive preocupado por encontrar el poder pero más que como reaización personal en un extraño intento de que un simple humano puede llegar a lo más alto de la creación.
Un loco que es a partes iguales un genio y un criminal despiadado, alguien que muy pocas veces se mancha las manos (aunque aquí lo haga) y que no dudará en sacrificar a cualquiera que se interponga entre él y su objetivo. Pero también es capaz de amar, o al menos desear, y muestra de ello es el robot que ha creado a imagen y semejanza de Lois Lane, aunque sea una terrible máquina con las más extravagantes armas que ha podido concebir y es que esa es la esencia de Luthor, lo que muestra al mundo no es en absoluto lo que tiene en su interior.
El anillo negro II no es una gran aventura, pero aunque solo sea por ver un poco más de lo que vive dentro de esta privilegiada mente ya merece ser leído.
Doc Pastor
Hace tiempo inicié Ruta 42 (@ruta42 en Twitter), una gaceta para la que dedico la mayor parte de mis escritos y fotografías. También colaboro actualmente con el periódico AQUÍ en Valladolid y en la revista LaRAÑA de Sevilla. Cuando no estoy por aquí es que estoy jugando con mi perrito (se llama Loki).
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