El año de la semilla

Por Ilastours

Hace ya un mes que no escribo y tengo ahora en perspectiva, tras un lapso difícil por lo que he vivido recientemente, la noción de que entre uno y otro momento media una puerta que definitivamente se ha cerrado. De hecho, aquel ultimo post dedicado a la luz ha resultado para mi significativo y un tanto premonitorio... La noche oscura del alma nos hace suspirar por el recuerdo de la luz. Y tenía que rendirme a ella antes de probar la oscuridad.No quiero ponerme enigmática ni tampoco tremenda. Estas palabras han surgido de mi como un eco desde lo profundo. De alguna manera, era la canción que mi alma quería cantar.
Por casualidad, leyendo el blog de Raquel del Rosario donde mencionaba la numerología y los ciclos de vida, caí en la cuenta, a principios de mes, de que estoy atravesando - de hecho, según la numeróloga Gladys Lobos, desde el septiembre pasado- mi año 9: El año que marca un fin de ciclo.
En tan solo un mes, he experimentado la pérdida de un ser querido y la enfermedad de otra persona bien amada, casi sin tregua. Otras personas de mi entorno también han experimentado enfermedad y pérdidas, algunos de ellos amigos íntimos.
En mi faceta profesional siento que estoy llegando también al fin de algo, aunque en este caso estoy muy ilusionada por lo que asoma después -y casi llego a vislumbrarlo-. Trabajo para una mejora profesional que todavía no sé muy bien cuando producirá resultados y estoy encontrando buenas colaboraciones. Pero incluso en esto, siento que estoy invirtiendo energías en algo que, de momento, crece en la sombra...
Asisto a una transformación a mi alrededor que no puedo -ni debo- controlar. Tan solo como espectadora.
En el dolor de la pérdida he buscado la paz y la fortaleza que he creído siempre viva en mi interior. En la dureza de la vida la Fe se pone a prueba. Y si, he llorado y me he hecho muchas preguntas... Pero incluso en ese mar de incertezas he encontrado en el fondo la calma.
Es sorprendente cómo la numerología puede atinar acerca de los ciclos de vida. Desde hace años sigo con interés el ciclo numerológico y puedo testimoniar que la vibración de los números se corresponde de manera inexplicable y a la vez real con los acontecimientos que he experimentado durante este tiempo.Cada persona nace con un número personal de nacimiento y cada año numerológico atravesamos un ciclo nuevo que es como una rueda que va del 1 al 9.
Para saber tu número personal has de sumar todos los dígitos de tu fecha de nacimiento y reducirlas a uno sólo. Por ejemplo, si la suma te sale 11, vuelves a sumar 1+1 y tu número personal será el 2.Lo mismo has de hacer para averiguar tu ciclo anual, aunque sumándole el número del año que se atraviesa (para el 2014 has de sumar 7). 
El año 9 es el año de la semilla -nota como el propio número tiene esa forma-. Es el año más difícil, pero también el que no ofrece mayor oportunidad para transformarnos, para convertirnos en un ser nuevo. Es el año de saber decir adiós, de las despedidas, del cierre de asuntos ya caducos, de liberación.La semilla brota de la oscuridad. La esperanza es el agua que la alimenta para alcanzar la promesa de la luz y el crecimiento.Si tu también estás en tu año 9, espero que ambos podamos apoyarnos en esa esperanza para transformarnos en la mejor versión de nosotros mismos. Que así sea.
Si deseas sabes más sobre numerología y ciclos de vida, puedes consultar cualquier libro de Gladys Lobos o Eric Rolf sobre el tema.