El año de la serpiente

Publicado el 27 febrero 2013 por Isidro Lopez Arcos @1Sorokin

 Como todos ustedes sabéis, queridos amigotes, el 10 de Febrero empezó el año nuevo chino. Eso de los años depende mucho de quien los cuenta:  los chinos deben ir por el cinco mil o seis mil, o quien sabe. Resulta, además, que a cada año chino le corresponde un signo de lo que podíamos llamar, aunque sea una memez, el zodiaco chino. Son doce signos, representados por animalillos diversos, que si monos, que si cabras, que si serpientes. Bueno, pues este año es el año de la serpiente.
Un servidor de ustedes vosotros, mis amiguetes, nunca ha sido muy adicto a esas cosas del horóscopo. Vale que estaba bien para ligar en una barra "¿oh, sí?, ¿tu eres Libra? pues... que casualidad, porque yo soy Aries, y dice el horóscopo que somos buenos compañeros en actividades eróticas, etc". Pero, aparte de eso no hay quien se crea que por nacer en Marzo seas diferente de alguien que nace en Octubre... en fin. Al menos, el horóscopo chino tiene más gracia, porque va de año en año y no de mes en mes. Así, más o menos puedes saber la edad de tu interlocutor con unos 13 años de error. Bueno, a lo que voy, que este año es el año de la serpiente. Yo no soy un gran amante de las serpientes, la verdad. Es un bicho que me repatea las interioridades de la vesícula y del bazo, pero reconozco que ha tenido un gran papel para el género humano, forzando a nuestra madre Eva a comerse la jodía manzana.
Cierto que hay serpientes que son amables, como ésta, que no le importa que le toquen las narices:
 
Pobre serpiente, aguantando que los turistas la molesten en un establecimiento hotelero de la isla de Djerba. En cambio, ésta otra, en un restaurante de Marraquech, tiene un aire más malvado. Bueno, si no ella, a la que no se le ven los ojillos, sí su papá, que convendréis conmigo que tiene un aire más agresivo que el tunecino.

O como esta pobrecilla, danzando al son que le tocan en la Jemaa-el-Fna, en Marraquech:

Pero vamos, a mí, la que más me impactó fue esta coralillo que casi piso en Mitla, en Oaxaca. Válame Dios, y qué sustaco. Para vengarme le hice una foto mientras ella se enroscaba, dibujando con su cuerpo serpentil, nadie sabe si una "a", un "seis", o qué.
                               
En fin, que aunque a mí no me gustan las serpientes, no ví ninguna razón para no ir a celebrar "su" año. Para tan jocoso evento, elegí junto, claro, con un grupo de amigotes, el restaurante "Cité du Dragon" en Uccle (Uccle es una comuna de Bruselas, no me seais incultos, ya os he explicado en otra ocasión que Bruselas no tiene "barrios", tiene "comunas. Ninguna relación con 1870 en París):
 
El restaurante es amplio y tiene una decoración muy adecuada. A la entrada, si aguzáis los ojuelos os daréis cuenta que en el piso, cubierta por cristales, hay una pisicina llena de peces de colores. De diversos colores, como debe ser. Eso sí, supongo que esos no son los que se come la clientela, vaya dispendio.

El  9 de Febrero fue la fiesta:
                                         
Se supone que magníficos artistas chinos iban a ambientar la velada.... aunque, en fin, los artistas que tocaban el tambor tenían poca pinta de orientales, pero batían muy bien sus palillos, de verdad. Si me deja Blogger, os pondré un video al final:

 Y lo de los acróbatas fue extraordinario. Aquí podéis ver una saltimbanqui pegando una voltereta, ante la asombrada mirada de un grupo de comensales:
 
 Pero lo mejor no era eso, lo mejor es que me enteré -tarde, válame san Tadeo- tarde para ir a hablar con ellos, que los saltimbanquis eran españoles. Veis, ¡oh queridos amiguetes a dónde nos lleva el paro nacional! aunque bueno, esa es la lectura negativa. La lectura positiva es que hasta los chinos se rinden a las habilidades de nuestros acróbatas. La verdad es que lo hicieron muy bien. Ninguno se cayó en la sopa de nadie.
 Luego nos dieron de cenar. El menú resultó interesante. Una sopa con tallarines para empezar:

De segundo, un nido de tallarines tostados con unos scampi: Debo decir que sacaron el mejor partido posible de esa cosa fibrosa que se da en llamar "scampi" y que no estoy muy seguro que no sea plástico reciclado o algo así.

El plato fuerte fué un magret de pato con salsa de cacahuetes:

 Habréis notado que lo simpático es que le habían dado forma de mariposa, con lo que queda muy decorativo. El magret estaba un poco fuerte, pero la salsa era deliciosa. En fin, que lo pasamos muy bien, que comimos bien y que no se nos cayó nadie en la sopa. Además, el león de papel (voy a ver si puedo poner el video) se ensañó con nuestra mesa, pegándoles lametones a los comensales (o a "las" comensales, es que estos leones de papel son la monda, no como los imperialistas que decía el camarada Mao)
Bien. Parece que Blogger me deja meter el video. No sé, a ver:....
Pues sí. Bueno, pues que paséis un feliz año de la serpiente y... no hagáis caso a las víboras, que no es lo mismo. Un besote


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