O sea, que prometer, prometía.
Pero ya está, no ha pasado de promesa.
En resumen, este libro es la historia de una obsesión, la del autor por aquel encuentro en Ginebra. Y como está muy obsesionado nos cuenta sin cesar lo obsesionado que está. Todo el rato igual. Qué obsesionado estoy, uf, mientras va viajando sin cesar por el ancho mundo, a sus cosas de escritor reconocido.
Es decir, ¿aporta algo nuevo este libro a lo que ya se sabía? Poquito. Es un ensayo lleno de reflexiones sobre aquellos personajes, su encuentro en Ginebra, su pasado y su futuro. Pero digamos que no termina de rematar, que se pierde en elucubraciones líricas y en ensoñaciones, que nos presenta a los protagonistas pero no los define, que no hay historia, sólo reflexión.
Yo iba buscando algo más contundente sobre aquellos días en Villa Diodati, algo más histórico y me he encontrado páginas y páginas de lirismo y de 'casualidades que no pueden ser casuales', de lunas que refulgen y mucho lirili y poco lerele, para entendernos.
Eso sí, el autor viaja muchísimo y tiene amigos en todas las ciudades importantes del mundo. Eso sí que me ha quedado claro.