El año que vivimos divinamente

Publicado el 01 noviembre 2016 por Elturco @jl_montesinos

Publicado en el HeraldPost.es

Habrá pocas bandas sonoras que me resulten tan fáciles de reconocer como la que Maurice Jarre le puso a El año que vivimos peligrosamente. Desde que me vino a la cabeza hace un rato, no me la saco. No dejo de ver a Linda Hunt travestida en Billy Kwan. Siempre me inquietó su personaje. Así que decidí empezar la columna por Indonesia. Y acabo de caer en la cuenta que toda la vida quise montar algo – una banda de rock o un partido político, por qué no – que se llamara “Achmed Sukarno y su peor enemigo” y créanme que no sé si guarda alguna relación.

Aquel año Mel Gibson y Sigourney Weaver vivían de cerca la lucha entre el comunismo y la dictadura militar, entre Guatepeor y macumba macumba hasta la muerte, vaya. En contraposición el año que nosotros vamos a terminar ha sido una de las épocas más prosperas, aunque breve, de la Historia de España. El año que vivimos divinamente.

Al BOE parado, con sus nulas subidas de impuestos – hasta que Bruselas abrió la boca – con sus presupuestos no aprobados, se ha unido un comportamiento muy positivo del empleo, llegando a niveles del año 2.007, cuando la tensión iba en aumento. No hay que olvidar los maravillosos ratos tragicómicos que medios y políticos nos han brindado, demostrando que cuajan mucho más como bufones de circo que como servidores de nadie. Si algo ha quedado patente este último año es que cuando los políticos no hacen nada las cosas van perfectamente en aquello que afecta realmente a los ciudadanos. El resto son juegos florales.

¿Qué pasaría con Cataluña fuera de España? Nada. ¿Y si sigue española per secula seculorum? Más juerga y cachondeo. Es decir, nada tampoco. Los contribuyentes de un lado y otro de la Franja, los de Ulldecona y los de Vinaroz, se levantarían como siempre. A abrir sus comercios. A trabajar en sus fábricas. A ganarse honradamente la vida. Y a sortear las trampas que los políticos les ponen. He escogido este ejemplo, pero me vale cualquiera. Aunque no todo han sido buenas noticias y la austeridad ha consistido en seguir gastando a manos llenas. Ya por encima de lo que producimos. Un dislate.

Pese a la que se nos viene encima, pues el PSOE ya ha pedido subidas de impuestos y Mariano ha dicho que vale – Montoro seguro salivaba, como si lo viera – no me resisto a sonreír, como decía Murphy, porque mañana será peor. Podremos contarles a nuestros nietos que vivimos el primer Año Libertario de España. Seguro que para ellos será algo normal eso de que haya años libertarios.  Guiño, guiño, codazo, codazo. Nos han dejado en paz una temporada para dedicarse a las obras teatrales de asociación de vecinos, que es lo único que dominan realmente. Y hay que agradecérselo. Casi dan ganas de pedir a todo el mundo que vote lo mismo (o al P-LIB, claro) para que salga algo parecido, y está vez el prota sea Podemos. O el PP. Y que la cosa vaya como hasta ahora. O sea divinamente. Y entre la tonadilla de Jarre en Indonesia y la particular voz de Luis Escobar, tan divinamente él, cortando pelos de coño en La Escopeta Nacional, ando riéndome mientras escribo. ¿Se puede decir divinamente sin poner esa entonación? Hay leyes físicas que seguro lo impiden.

Al Marqués de Leguineche no le dejaron beneficiarse a las gachís. A nosotros sí nos van a dar lo nuestro. Y lo de nuestra prima. Y pagaremos la cama. Macumba o muerte. O sea, macumba hasta la muerte. Pero a mí no me quitan la sonrisa. Como Brian en la cruz. Qué diablos. Yo viví un año sin gobierno. Y volveré a hacerlo encantado. Ya verán.

P.D.: Life’s a piece of shit, When you look at it. Life’s a laugh and death’s a joke, it’s true, You’ll see it’s all a show, Keep ‘em laughing as you go. Just remember that the last laugh is on you! And always look on the bright side of life… Silben conmigo, cojones.


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