Sólo en el ente palestino vender una casa a judíos ocasiona un escándalo.
Tal es el grado de antisemitismo de esa sociedad.
Y es que los tejemanejes de la mafia que gobierna el ente para evitar la venta de una emblemática casa del viejo Jerusalem a una persona afín a Mohamed Dahlan (rival del capo Abbas en Fatah), llamado Fadi al-Salamin, un activista político palestino que vive en los Estados Unidos también muy crítico con la Autoridad Palestina encabezada por Abbas.
Finalmente (y gracias a la mediación de una persona cercana a la cúpula de Abbas) la casa fue comprada por una compañía registrada en el Caribe, llamada Daho Holdings y posteriormente adquirida por la compañia israelí Ateret Cohanim y ahora residen allí ciudadanos judíos.
Esto que no debería ser un problema para nadie ha levantado un escándalo en ente palestino, al punto de que incluso el arzobispo de Jerusalem , el árabe Michael Sabah, ha llegado a calificar el asunto como “desastre moral y nacional”
Elder of Ziyon apostilla acertadamente:
La idea de que los judíos no pueden comprar casas en su propia capital, en su ciudad más santa, junto a su El sitio más sagrado, no es indignante ni antisemita, ni siquiera es extraño para el mundo.
Y es que todo esto tiene un nombre … antisemitismo
(Nota: la imagen del barrio musulmán de Jerusalem no corresponde al artículo original)