Las diferencias entre el Gobierno de Aragón y el Ayuntamiento de Zaragoza mantienen bloqueada la renovación de la concesión de la línea de autobús del aeropuerto, cuyo contrato finalizó en julio del 2012 y sigue sin poder salir a concurso por la indefinición que existe sobre el apeadero de Cercanías de Plaza. Mientras este no se construya no puede licitarse, y el consistorio sigue sin arrancar un compromiso del Ejecutivo aragonés sobre cuál es su previsión sobre este proyecto y, lo que es más importante, cuál es el escenario de demanda y la comunicación por carretera que pretende ofertar cuando esté funcionando.
La clave es la reducción del servicio que aplicaría el ayuntamiento a la línea del aeropuerto si se confirmara que serán autobuses distintos los que acerquen viajeros a la terminal de Garrapinillos y, por otro lado, a la Plataforma Logística y a la nueva estación.
Hasta el 20 de junio.
Ayer, en una nueva reunión de la comisión ejecutiva del Consorcio de Transportes del Área Metropolitana de Zaragoza, el único avance alcanzado fue el anuncio, por parte del consejero de Obras Públicas de la DGA, Rafael Fernández de Alarcón, de crear un grupo de trabajo para definir el planteamiento general para el apeadero y la línea del aeropuerto, y presentar conclusiones sobre las que adoptar decisiones "el 20 de junio". Se constituirá la próxima semana, con el consorcio y técnicos municipales.
Así lo informaron a este diario fuentes de la ejecutiva del Consorcio de Transportes, quienes explicaron además que se trata de abordar la cuestión más complicada: la financiación. Si se queda una línea específica para Plaza y el apeadero, el consistorio ya no aportaría dinero para este servicio (ahora lo pagan a partes iguales el ayuntamiento, la DGA y Plaza) y asumiría el coste de su autobús al aeropuerto.
Mientras, la concejala de CHA en el Ayuntamiento de Zaragoza, Leticia Crespo, le preguntó a Alarcón sobre si su intención es sumarse al protocolo de colaboración firmado por el consistorio y el Ministerio de Fomento en el 2011 para ampliar la red de Cercanías, pero el consejero descartó apostar por este.
El Gobierno de Aragón, por su parte, rehusó hacer declaraciones sobre el contenido de la reunión de ayer. Sin embargo, este no es el único aspecto que sigue abierto. En el aire también está la aportación del Ayuntamiento de Zaragoza al presupuesto del Consorcio. Alarcón le ha pedido un esfuerzo mayor, con 504.478,48 euros, 150.000 más de los que puso el año pasado.
Asamblea.
En este punto, la incógnita la mantiene el consistorio, que se comprometió a dar una respuesta a lo largo de esta semana. Sobre todo porque el próximo lunes se celebrará la asamblea del Consorcio y se presentarán las cuentas para 2013.
La dificultad para él es que ya ha presentado un presupuesto municipal --y pactado con CHA e IU-- en él figuran 350.000 euros, no más de 500.000. No obstante, tampoco se negó en rotundo. Sobre todo porque trata de cerrar la transferencia de la titularidad de las líneas de bus a los barrios rurales de Zaragoza, ahora de la DGA aunque las financie el consistorio. Una comisión técnica está estudiando cómo hacerlo.
Fuente: El Periódico de Aragón (www.elperiodicodearagon.com)