Reconozco que a menudo siento apego, no solo a cosas físicas que me hacen sentir cómodo o mejor dicho seguro, sino lo mas importante, apego a personas, algunas, que forman o han formado parte de mi Camino de Vida.
Ese afecto me crea una dependencia que en ocasiones me anula y deja de ser beneficioso para mí. Incluso añadiría que me provoca con frecuencia, un sufrimiento que me causa dolor, produciéndome el efecto contrario, el desapego.
Mi supervivencia emocional pasa pues, por encontrar el equilibrio que me aporte una perspectiva más real de aquello que necesito como individuo, aislándome de mis miedos, manías o de ese estado de bienestar ficticio al que me agarro para sobrevivir.
Pero la realidad total de perder aquello a lo que me aferro y que me crea una dependencia, es lo que me ha servido para valorar dese otra perspectiva más racional la otra cara de la vida.
Este cambio, me ha dado la oportunidad de ver las cosas desde un lado más humano, siendo consciente de que todo tiene fecha de caducidad y por ende, nada es para siempre, desde que nacemos empezamos a morir, así que el apego ha de moderarse y comprenderse.
Sumiso al poder del apego, deambulo fuera de mi, esa realidad me sugestiona, esa forma de esclavitud heredada desde la infancia, me ha atenazado y no me ha dejado ser libre, ni feliz…
Toca pues deshacerme del individualismo y compartir, mi apego con los demás . Este, creo se ha ido moldeando según las experiencias que la vida me ha ido regalando y como adulto, ahora soy mas consciente de su significado y creo puedo dominarlo y comprenderlo.