El aprendizaje y la autonomia en mi hogar

Por Mchristine @fnuestrodiario

Que aprender es lo mas hacen nuestros hijos desde que nacen es una realidad mas que comprobada; aunque mucha gente opina que lo que más hacen es llorar o manchar pañales y se valen de estadísticas de dudosa procedencia.

De hecho pienso que tiene que ser de lo más agotador ser un pizquito en un mundo de gigantes, con voces cargadas de decibelios, colores estridentes y ruidos extraños. Y tener que adaptarse a ello más duro aun,pero es necesario que el niño participe de este mundo que le rodea para crecer y aprender.

Después de la toma de contacto del primer año su sensación de seguridad cambia y nuestro pizquito ya empieza a ganar algo de autonomía. Una autonomía que a muchas de nosotras nos pone algo nerviosas(yo histérica). Suelen coger rabietas ante nuestra negativa de controlar sus derechos como por ejemplo a comer solos y explorar una acera (¡Y parte de la carretera!)etc.

Es una etapa dura, que empieza alrededor del año ¡y no termina nunca!

Mi hijo de nueve años ya equilibra bastante lo que tiene que hacer solo pero como buen mimoso prefiere que yo le haga el máximo de cosas posibles jeje pero su hermana de tres años nos tiene con los nervios cargados. Abre la nevera, quiere comer todo sola, quiere pelar su fruta; lo que es muy bueno pero en general pero cuando se empecina en algunas cosas que pueden ser peligrosas nos pone al limite.

Es una fase en la que entre otras cosas hemos pasado de tener un precioso sillón a un precioso manchón. Quiere caminar con el vaso, limpiarse sola, asearse sola,ufff y claro, llevamos meses enseńandole a que sea más autónoma (operación pañales, jugar en su cuarto, recoger sus juguetes) y creemos que insiste en hacer las cosas sola para ser la "mayor" que felicitamos con los logros obtenidos.

Por ahora estamos intentando hablandole de los peligros, que sin mamá o papá no se cruza y demás instrucciones que conoceréis muy bien todos, repetidas hasta la saciedad. No quiero frustrarle con barreras pero su seguridad está por encima de todo y mi hija tiene un carácter algo temerario jeje.

A pesar de toda la carga emocional que el aprendizaje trae disfrutamos con sus logros y ocurrencias. Siempre es un gustazo compartir el día a día con los niños; nos hacen fijarnos en cosas que ya no prestábamos atención y hacen que volvamos a aprender más cada día.