Cem Yazirlioglulos no solo se dedica a ser árbitro de fútbol. Fuera del deporte rey también, hace de extra en la Ópera Cómica de Berlín y antes de dedicarse al arbitraje probó suerte como jugador, pero esta vez sí su altura lo obligó a cambiar de actividad: "Les pude seguir el ritmo a mis compañeros hasta la juvenil (14-15 años), aunque con lo justo conseguía imponerme en los duelos de cabeza”.
"Pese a mi tamaño irradio autoridad y presencia a través de mi personalidad"