El árbol de Argán, es conocido por los beréberes como el “árbol de la vida”, gracias a los numerosos beneficios que conlleva para la mejora de nuestra salud.
El Argán (Argania Spinosa), es un árbol endémico de Marruecos, que constituye la segunda reserva forestal del país. Es un árbol que puede vivir hasta 200 años.
También es conocido como acebuche espinoso, pertenece a la familia de las sapotáceas, de hoja coriácea, flores pequeñas y amarillas, y fruto como un dátil, de lento crecimiento. Puede tarda de cinco a seis años en dar su primer fruto.
El árbol de Argán, es resistente al calor, y puede soportar temperaturas hasta 40° C. Puede alcanzar de 8 hasta 10 m de altura. Su tronco es corto y retorcido. Crece en alturas que no superan los 800 m a nivel del mar y en climas muy secos.
Sus raíces son muy largas y profundas y son las que se encargan de que el árbol se mantenga hidratado buscando humedad a mucha profundidad. Es capaz de vivir con menos de dos lluvias al año y cuando ocurren tiempos de sequía, el árbol de argán pierde sus hojas para evitar la excesiva transpiración y su deshidratación.
El Argán significa un gran interés económico para el país, ya que es un árbol con múltiples usos y es posible aprovechar cada parte del árbol, además de ser un alimento y una fuente de ingresos para los habitantes de la región.
En 1999, la UNESCO declaró los bosques de Argán Patrimonio universal para proteger la Reserva Mundial de la Biosfera de su extinción por deforestación y desertización. Este territorio abarca más de 830.000 hectáreas desde el norte del país hasta la frontera del Sahara.
Los árboles argán tienen ciertos aceites que son utilizados en la cosmética, mientras que su madera es utilizada para varias cosas como la producción de medicamentos.
El área donde se encuentran estos bosques es normalmente utilizada por los granjeros de la región para alimentar a los animales, por lo que es común ver allí cabras en las copas de los árboles.