El 24 de noviembre de 1859 el naturalista Charles Darwin revolucionó el mundo científico con la publicación de El origen de las especies. Las controversias entre creacionismo y evolucionismo estaban a la orden del día, creando incertidumbre y división de opinión entre los científicos de la época. Nos retrotraemos a una época victoriana, donde el hombre es la figura dominante en los campos de la ciencia. En estas circunstancias, conocemos a la pequeña Faith, la hija de un famoso reverendo y naturalista londinense que se ve obligada a mudarse al pequeño pueblo de Vane sin motivo aparente.
La razón principal parece ser que a su padre lo han contratado para asesorar una importante excavación científica. Faith pronto descubre que todo es una fachada. Una bonita mentira. A los pocos días de estar en Vane, todo el mundo se vuelve en contra de toda su familia. Los tenderos no los atienden, el servicio de la casa no hace bien su trabajo, el resto del pueblo los rechaza y por ende, las puertas de la investigación permanecen cerradas para su familia. La tragedia se engrandece cuando esa misma noche el padre de Faith aparece muerto en extrañas y misteriosas circunstancias.
Faith es una niña especial. Va en contra de los caracteres de su época. Es una niña ávida de información, inteligente y con ganas de ejercer la misma profesión que su padre. Sabe que es casi imposible, pero no se rinde ante tal reto. Y tampoco lo hace con su padre. Mientras el pueblo al completo cree que el reverendo se ha suicidado, ella niega aceptarlo y se propone investigar por su cuenta para desentrañar el misterio. Lo que no sabe es que este camino la llevará por los senderos de la dura y pura verdad, hasta un árbol alimentado con mentiras cuyos frutos cuentan secretos.
Hardinge sitúa el punto de vista en Faith, ejerciendo como narradora de una época rebosante en detalles. Su voz profundiza en la intriga, la aventura y el misterio de la trama principal, pero aporta alguna nota más al lector. La autora inglesa muestra con clarividencia la situación de la mujer en aquellos días y aprovecha la ocasión para reflejarlas en la época actual. Es una lectura de doble capa que juega con los personajes, paisajes y características de la sociedad en una época concreta. Una historia recomendable tanto para niños, adolescentes como adultos. Una historia que nos enseña a ser capataces de nuestras vidas y buscar aquello que queremos con todas nuestras fuerzas, pese a que sepamos que tiene probabilidades de no salir bien.
Una mirada feminista en la época victoriana
La novela de Frances Hardingehabla sobre la frustración que ha vivido la mujer desde épocas pasadas. De la obediencia obligada, del desprecio continuo y de cómo son vistas meramente como complemento perfecto para el marido. De todas aquellas mujeres que vivieron en la sombra, apagadas y obedientes ante unos maridos que las creían poco inteligentes solo por el hecho de ser mujeres o por el tamaño de su cráneo. De las mujeres que se tuvieron que esconder detrás de sus maridos para hacer aquello que tanto deseaban.
“La honestidad es una cualidad admirable en un hombre, pero en una mujer es fundamental si quiere hacerse valer. Escúchame, Faith. Una chica nunca puede ser valiente, inteligente o hábil como un chico. Así que, si no es buena, no es nada. ¿Lo entiendes?"
Pero Faith es diferente. No es la única, claro. Estamos en una época de cambios, donde las ruedas feministas comenzaban a girar. El árbol de las mentiras también habla de todas aquellas mujeres que decidieron enfrentar viento y marea. De todas aquellas que lucharon siendo conscientes de la situación en la que se encontraban. En el caso de Faith, su madre no lo acepta por que ha sido criada en otra época y sabe lo que le espera a su hija. Pero esta es la historia de como una joven alcanza la fortaleza para rebelarse ante las imposiciones del mundo, y superar todas sus limitaciones para perseguir su esencia.
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