El Archivo de Indias: Los Gobernadores de Cuba (3).

Por Sevilladaily

01.- Teniente General Marqués de la Torre. Lienzo en la sala norte. Gobernó desde el 18 de noviembre de 1771 al 11 de junio de 1777.
Don Felipe de Fonsdeviela y Ondeano, II Marqués de la Torre (Zaragoza, 13 de septiembre de 1725 - Madrid, 6 de julio de 1784) fue Capitán General de La Habana y Gobernador de Cuba entre 1771 a 1777. Antes, había sido Gobernador de Venezuela. Felipe de Fonsdeviela fue quien comenzó a interesarse por las posibilidades del tabaco en la comarca occidental de Cuba, la que hoy es conocida como Vuelta Abajo, donde se produce lo que se considera el mejor tabaco del mundo.
El 1 de enero de 1781 fue nombrado ministro plenipotenciario en Rusia, a donde presentó sus credenciales ante la corte el 7 de julio de 1782, tras realizar unos encargos en Viena.

02.- Teniente General Don Luís de las Casas Aragorri. Lienzo en la sala norte. Gobernó desde el 9 de julio de 1790 al 6 de diciembre de 1796.
Don Luís de las Casas y Aragorri (San Sebastián 25.VIII.1745 – El Puerto de Santa María 19.VII.1800). Militar, Capitán general de la isla de Cuba y Gobernador de Cádiz.
Con motivo del inicio de las hostilidades contra Inglaterra (1779), acudió con el regimiento de su mando al bloqueo de Gibraltar, donde permaneció dos años, y posteriormente a la expedición que reconquistó Menorca (1782). Fue ascendido a Mariscal de campo y, poco tiempo después, se le concedió la Comandancia general de Orán, donde permaneció hasta abril de 1789.
Poco después fue nombrado Gobernador de La Habana y Capitán general de Cuba, Luisiana y Florida, cargo en el que permaneció desde el 9 de julio de 1790 hasta el 6 de diciembre de 1796. La historia cubana le suele presentar como uno de los mejores gobernantes de la isla de todo el período colonial. 
Típico representante del despotismo ilustrado, dio un fuerte impulso a las obras públicas en la capital y sus alrededores: durante su mandato se construyeron dos nuevos caminos, la carretera de Güines y la Calzada del Monte, dos arterias vitales para la comunicación de la capital con su productivo interior de la isla; se empedraron muchas calles de La Habana y Matanzas, y se construyeron algunos puentes. También se ocupó de finalizar la obra del magnífico Palacio de gobierno de La Habana, el mejor edificio colonial de la isla, que fue el primero en habitar.
Otro de sus empeños fue la difusión de la cultura y la enseñanza, muy atrasados en Cuba. Fundó el Papel Periódico, primera publicación de información general en la isla y una de las primeras de toda la América española, que contribuyó a la difusión de las nuevas ideas económicas. 
Inició la publicación anual de la Guía de Forasteros, un directorio muy útil para disponer de una información actualizada sobre personas y el estado de la isla en general. Ordenó la elaboración del primer censo o padrón que se considera fiable, que mostró un notable incremento de la población.
Bajo sus auspicios se estableció la primera biblioteca pública en La Habana. Al estar el mundo de la cultura en esta época estrechamente ligado al estamento eclesiástico, Las Casas mantuvo siempre una intensa relación con el obispo de La Habana, diócesis recién creada (1789).

03.- Teniente General Conde de Santa Clara. Lienzo en la sala norte. Gobernó desde el 6 de diciembre de 1796 al 13 de mayo de 1799.
Don Juan Procopio de Bassecourt y Bryas. Conde de Santa Clara (Barcelona, 22.IV.1740 – 12.IV.1820). Fue Militar y Administrador. De ascendencia flamenca, era hijo de Procopio de Bassecourt y Thieulaine, I conde de Santa Clara (1698-1765), gobernador del Fuerte de Montjuic en Barcelona; y de Catalina Inés de Bryas y Ulloa.
Reconocido inapto para el servicio de campaña, fue agregado a la plaza de Barcelona, recibiendo luego el grado de mariscal de campo (1789). De mayo a noviembre de 1793 fue Gobernador interino de Ceuta y, a partir del 27 de noviembre, Gobernador político-militar interino de Gerona, con una promoción a Teniente general en 1794. Pasó después a Gobernador político-militar y Corregidor de Barcelona (1795).
Del 6 de diciembre de 1796 al 12 de mayo de 1799 desempeñó el cargo de Capitán general de la isla de Cuba. Ya en España fue nombrado comandante general interino del ejército de Cataluña (14 de mayo de 1802), recibiendo además la cruz de Carlos III.

04.- Teniente General Marqués de Someruelos. Lienzo en la sala norte. Gobernó desde el 13 de mayo de 1799 al 14 de abril de 1812.
Don Salvador José Muro y Salazar, Marqués de Someruelos, (Madrid, 6.X.1755 – 13.XII.1813). Fue Teniente general de Infantería, Capitán general de la isla de Cuba y Consejero del Tribunal especial de Guerra y Marina.
El nombramiento como capitán general de la isla de Cuba comprendía en su mando los gobiernos de La Luisiana y las dos Floridas, en América del Norte, y los gobiernos en la isla de Santiago de Cuba y La Habana (adscrito este último al mismo capitán general).
Desarrolló su labor de gobierno al frente de Cuba entre los años 1799 y 1812, lo que significó el gobierno más largo en la historia colonial de la isla. La principal razón de su elección para sustituir al marqués de Santa Clara, fue la reputación que tenía como militar capaz de defender la isla contra cualquier enemigo.
Entre sus obligaciones estuvo el traslado a Cuba de la Real Audiencia de Santo Domingo en 1799, por la entrega de la parte española de dicha isla a Francia, acordado en 1795 por la Paz de Basilea. Preparó la defensa contra el plan de invasión de la isla no concretado, por parte de Gran Bretaña, en 1800. Hizo la entrega de La Luisiana a Francia y apoyó al ejército expedicionario napoleónico de Leclerc contra los sublevados en Saint Domingue en 1802.

05.- Teniente General Don Juan Ruíz de Apodaca. Lienzo en la sala norte. Gobernó desde el 14 de abril de 1812 al 1 de julio de 1816.
Don Juan José Ruiz de Apodaca y Eliza (Cádiz, 3 de febrero de 1754-Madrid, 11 de enero de 1835), I conde de Venadito, fue un marino y gobernante español, Capitán general de la Real Armada Española, Consejero de Estado y Prócer del Reino, último Virrey de la Nueva España (1816-1820), luego jefe político superior de la Nueva España (1820-1821), Virrey del Reino de Navarra (1824-1826), Gobernador y Capitán general de Cuba, La Florida y Puerto Rico (1812-1816) y Embajador de España en el Reino Unido entre otros muchos cargos de responsabilidad política.
En 1826 fue nombrado consejero de Estado y el 1 de mayo de 1830 se le promovió a la dignidad de Capitán general y director de la Armada. Falleció en Madrid el 11 de enero de 1835 cuando estaba a punto de cumplir los ochenta y un años de edad.
Causó su muerte un sentimiento general, disponiéndose que hubiera siempre en la Armada un buque llamado Conde de Venadito, y en el mes de septiembre de 1862, que los restos de tan esclarecido general y patricio reposaran en el Panteón de Marinos Ilustres.

06.- Teniente General Don José Cienfuegos. Lienzo en la sala norte. Gobernó desde el 1 de julio de 1816 al 29 de agosto de 1819.

Don José María Ignacio de Cienfuegos y Jovellanos (Oviedo, 1.II.1763 – Madrid, 29.IV.1825). Fue Teniente general, Gobernador y Ministro.
Hizo la carrera militar en el Arma de Artillería, desde cadete en la Academia hasta Teniente general en la Guerra de la Independencia. Fue Capitán general y Gobernador de la isla de Cuba (1816-1819), Ministro interino de la Guerra y Director general de Artillería hasta su muerte.
Hijo de Baltasar José González Cienfuegos, V conde de Marcel de Peñalva, y de Benita Antonia Josefa Jovellanos, hermana del famoso político y escritor Gaspar Melchor de Jovellanos (1744-1811). 

En su biografía conta que un hermano de José María Ignacio fue Francisco Javier, Arzobispo de Sevilla y Cardenal.


07.- Teniente General Don Juan Manuel Cagigal. Lienzo en la sala norte. Gobernó desde el 29 de agosto de 1819 al 3 de marzo de 1821.
Don Juan Manuel de Cajigal y Martínez (Cádiz, 1757-Guanabacoa, Capitanía General de Cuba, 26 de noviembre de 1823) fue Capitán General de Venezuela y de Cuba. 
Recibió el nombramiento oficial de Capitán General de Venezuela el 6 de noviembre de 1817. Sin embargo, no salió de Cádiz hasta que no se le comunicó la orden procedente el 2 de julio de 1819 en un pliego cerrado.
Tras abrirlo en alta mar, conoció la noticia de su nombramiento como Capitán General de Cuba. Tomó posesión de su nuevo destino el 29 de agosto de 1819 y mantuvo la disciplina en la isla en medio de los tumultos ocasionados por la Revolución de Riego, entregando el mando de la capitanía el 3 de mayo de 1821 a su sucesor, Nicolás de Mahy y Romo.
El 6 de noviembre de 1817 fue nombrado capitán general de Venezuela, que no llegó a realizarse, siendo en su lugar destinado dos años más tarde como capitán general y gobernador de la isla de Cuba, en reconocimiento de una larga y fructífera vida al servicio de España. Embarcó en Cádiz, con tres mil hombres, para completar las unidades de la isla y formar tres nuevos batallones ligeros. Llegó a La Habana el 28 de agosto de 1819 y, al día siguiente, relevó al teniente general Cienfuegos, que lo había solicitado por razones de edad y estado de salud. 
Era el tercer capitán general de Cuba en su familia y, bajo su mando, la isla siguió teniendo la situación de buen gobierno, progreso y prosperidad, que había recibido de su antecesor a pesar de que el proceso final de la independencia del virreinato de Nueva España había dejado sin apoyo financiero a la isla, ya que una parte muy significativa de sus ingresos procedía de México. Sin embargo, mantuvo el orden en la isla, algo ya de por sí un logro, teniendo en cuenta que también allí había cierto descontento con la política metropolitana.
En 1821 mismo año, debido a problemas de salud, se retiró a Guanabacoa, donde murió el 26 de noviembre de 1823, al lado de su esposa, Mercedes Ponte.

08.- Teniente General Don Nicolás Mahy y Romo. Lienzo en la sala norte. Gobernó desde el 3 de marzo de 1821 al 19 de julio de 1823, dia de su fallecimiento.
Don Nicolás de Mahy y Romo. Militar, Gobernador y Capitán General de Cuba (1821-1822). Su mandato se caracterizó por una serie de motines de los comerciantes en repudio a la nueva Constitución liberal promulgada en España por Fernando VII.
En 1819 se reunió en Andalucía un ejército destinado a sofocar la sublevación de las colonias en América de las provincias de Ultramar. Un coronel, Rafael del Riego, estaba al mando del 2º batallón asturiano. Junto con otros varios oficiales habían decidido aprovechar aquella ocasión para reinstaurar la Constitución liberal de 1812, que había sido derogada por Fernando VII. Se produjo una sublevación y el 10 de abril de 1820 el rey tuvo que reimplantar el sistema constitucional en España. 
Esta constitución, entre otras medidas liberales, permitía la edición libre de la prensa, libertad económica en cuanto a la concurrencia, cambio y competencia, etc., típicos del capitalismo. La constitucionalidad significaba cambios que afectaban la preponderancia de los comerciantes en el Estado colonial. El levantamiento de Riego favoreció enormemente el avance de los movimientos independentistas en América por lo que significaba la constitución y el hecho de imponerla pro las armas.
El anterior gobernador de Cuba, Juan Miguel Cajigal y de la Vega, había enfermado como consecuencia de que en La Habana se había producido una verdadera sublevación popular en apoyo de la instauración de la constitución. Cajigal había sido obligado a jurarla y aceptar el nuevo régimen constitucional español.Sigue leyendo >>>