Seguimos por el aira de Silva en Ernani:
El padre Guardiano en La forza del destino:
Fiesco en Simon Boccanegra:
Y finalizamos con el aria de Felipe II en Don Carlos:
Una vez repasadas todas creo que hay que darle la razón a Baldini, pero igual el motivo no se debe tanto a defectos en O tu Palermo como a las virtudes que tienen las otras arias; además de que, dentro del abanico que abre I vespri siciliani, ópera de buena orfebrería pero, en muchos aspectos, carente de inspiración, esta seria una de sus arias más destacables y no deberíamos menospreciarla. Así que, por mi parte, lo dejo en un sí pero no.