Elimina todo lo que no tenga relevancia en la historia. Si dijiste en el primer capítulo que había un rifle colgado en la pared, en el segundo o tercero este debe ser descolgado inevitablemente. Si no va a ser disparado, no debería haber sido puesto ahíAntón Chéjov
Algunos escritores bastante meticulosos tratan de seguir este principio de forma rigurosa, por lo que evitan en todo momento mencionar en sus descripciones o diálogos cualquier objeto a menos que este juegue un papel importante en la historia. Sin embargo, me he dado cuenta que en ocasiones exageran y llevan el principio demasiado lejos, haciendo que su narración sea un poco predecible, pues el lector se da cuenta de que todos los elementos de menor importancia ahora, van a ser cruciales en el futuro.
Creo que Chéjov utiliza el ejemplo de un arma porque un arma no es cualquier objeto de utilería. Cuando ponemos una pistola en el escenario, de forma automática llamamos la atención. Me explico, la sola aparición de una pistola genera nerviosismo en el lector, porque sabe que es un objeto peligroso. De los muchos elementos que se mencionan en nuestra novela, este principio se aplica sólo a los pocos que se destacan. Violamos el principio de la pistola de Chéjov si nos tomamos el tiempo de llamar la atención del lector hacia un objeto mediante una larga descripción, haciendo que parezca significativo, pero nunca lo mencionamos de nuevo. Corremos el riesgo de decepcionar a nuestros lectores, que asumen que se llamó la atención sobre el objeto por una razón, e incluso nuestro editor puede sugerirnos cortar la descripción si el objeto no tiene nada que ver con la historia. Esto sigue a otro principio general de la escritura: incluye todo lo necesario para contar la historia, pero nada más. En resumen, si llamamos la atención sobre un objeto, nuestros lectores esperan que este objeto aparezca de nuevo. Ellos infieren que es importante para la historia, y en la mayoría de los casos se debe cumplir esa promesa. Aquí hay varias maneras de cómo emplear el arma de Chéjov:
Pre-escritura (Para conspiradores)
Para explicar cómo usar esta técnica antes de empezar a escribir, voy a recurrir a uno de los libros que alguna vez leí pero que me propuse no volver a hacerlo por las razones que explico en esta entrada. Harry Potter ¿Merece ser censurado?Advierto que los siguientes ejemplos contienen gran número de destripes. (o spoilers)Las novelas de Harry Potter son un caso en que la autora previó toda la saga con antelación. Siguiendo el principio del arma de Chéjov, JK Rowling presenta numerosas personas y objetos al principio de la novela con una función determinada en su momento, pero cuyo completo significado solamente se revela mucho más tarde. Por ejemplo...Scabbers. La rata se introduce en la Piedra Filosofal cuando Ron intenta cambiarla de color usando un hechizo que le habían enseñado a sus hermanos. Cuando falla el hechizo, el lector asume que sucedió porque o Ron no ha aprendido la suficiente magia o los hermanos estaban haciéndole una broma. Dos libros más tarde, en El prisionero de Azkaban, descubrimos que la verdadera razón es porque Scabbers no es una rata sino un mago.La espada de Griffindor se introduce en el segundo libro como una forma de matar al basilisco, pero en Las reliquias de la muerte adquiere una importancia aún mayor cuando nos damos cuenta de que el veneno del basilisco ha convertido la espada en una de las pocas herramientas que puede destruir los Horrocruxes. El espejo de Sirius parece una novedad cuando aparece por primera vez, pero con el tiempo se convierte en importante para salvar la vida de Harry y sus amigos. La señora Figg aparece como una vieja chocha en el primer libro de Harry Potter, pero en un libro posterior se revela como uno de los agentes de Dumbledore, cuyo testimonio mantiene a Harry fuera de la cárcel. Grindelwald se menciona en el primer libro como una figura histórica marginal en una tarjeta, pero se revela más tarde cómo desempeñó un papel crucial en la formación de Dumbledore.Si eres el tipo de escritor que describe su novela en detalle antes de empezar a escribir, es probable que comiences el proceso de escritura a sabiendas de que ciertos artículos serán importantes para el final de la novela. Por tanto, puedes buscar buenas oportunidades para introducirlos con mucha antelación. Eso es por lo general más satisfactorio y creíble que hacer que tus personajes tropiecen con el objeto que necesitan en el momento preciso. Todos sabemos que la vida rara vez sucede así.
Durante la escritura (para improvisadores)
Si en cambio eres de los que no planifican con antelación sino que simplemente inventan la historia a medida que avanza, puede que te encuentres introduciendo elementos, personas o eventos al principio de tu novela sin ninguna intención de volver a ellos más tarde. Sin embargo, cuando se llega a la segunda mitad de la novela, puede que te encuentres utilizando la técnica del arma de Chéjov por instinto. Puedes encontrar de repente usos importantes para algunos de esos elementos. Vas a ver que introducirlos de nuevo en la historia mejorará la trama sustancialmente.Post-escritura
El arma de Chéjov es también una técnica que puedes utilizar en retrospectiva, cuando se está haciendo una revisión o edición de la novela. Por ejemplo, supongamos que en un momento dado el héroe ha destrozado su coche y esto es una pérdida significativa para él. Descubrimos que podemos profundizar su significado si insertamos el coche en un punto anterior en la novela, lo que explica por qué el coche es tan importante. Tal vez lo asocia con alguien que alguna vez fue relevante en su vida pero ya no está allí, o tal vez está ligado de alguna manera a su identidad.Por supuesto, todo principio tiene sus excepciones. En este caso, la excepción se encuentra en las historias de misterio...
Arama de Chéjov vs Pistas falsas
En las historias de misterio nuestro reto es proporcionar al lector la información necesaria para resolverlo, pero para disimularlo incluimos las pistas poco a poco, de manera que la solución aparezca al final, luego de unir todas las señales. Algunos artículos u objeto que introduzcamos seguirán el principio de la pistola de Chéjov y llegarán a ser importante en el final, pero es probable desobedecer a ese principio al introducir otros elementos.Por ejemplo, podemos introducir algunos elementos de manera que se vean como importantes cuando en realidad son pistas falsas, quizás importantes para una trama secundaria, pero no para la trama principal.
En otros casos, se trata de llamar la atención lo menos posible a las pistas reales que vamos introduciendo, por lo que el lector no va a sospechar que son realmente importantes. Eso no viola el principio de la pistola de Chéjov, pero sí le da un giro importante.