Desde hace semanas quiera o no, vuelvo a encontrarme con la temática de Japón y su papel en la Segunda Guerra Mundial. A los libros: “El imperio del sol” y “Diarios de los kamikazes” ahora se suma de casualidad una película que me ha parecido muy interesante: “El arpa birmana“.
En esta película se deja a un lado las barbaridades que se cometen en la guerra, y se centra en un grupo de soldados japoneses un tanto peculiar. Este grupo tiene entre sus filas a un japonés que estudió música y enseña a los soldados a cantar para así aliviar las penas de una guerra tan dura. En el mismo grupo también se encuentra un maestro del arpa aunque nunca estudió para ello.
La película impresiona mucho, y más si vienes de ver otras películas bélicas que estén relacionadas con este suceso. Esta se convirtió en una de las primeras películas japonesas antibélica que se realizó en Japón una vez terminada la guerra, una adaptación de la novela “Bruma No Tategoto” en 1947.
La película tiene lugar en Birmania, en el momento que acaba la guerra y trata sobre un grupo de soldados japoneses que son tomados como prisioneros. Desde el principio se muestra a los japoneses desde un punto de vista muy distinto al que se puede ver en otras películas como puede ser “Ciudad de vida y muerte”.
En este caso, el grupo de soldados no tiene problemas de ningún tipo con la población birmana y da la sensación de que hasta cierto punto aceptados. De sus personajes se destaca principalmente a Mizushima que es el protagonista de la película, el capitán Inouye que es músico y la querida anciana Kitabayashi y su quebrada voz.
De forma resumida puedo decir que trata sobre la vida de Mizushima cuando es enviado a dialogar con un grupo de soldados japoneses que no quieren rendirse, este no logra convencerlos y no consigue evitar la muerte de estos. Esta vivencia cambia por completo a Mizushima que pasa de ser una persona alegre y animada a un monje budista arrepentido por los sucesos que azotan a Birmania.
La película deja a un lado el tema bélico para centrarse en otros temas más humanos como es el sacrificio o el compañerismo. Se busca con la película olvidar lo que había ocurrido pocos años antes y la esperanza de un futuro donde la naturaleza y las relaciones humanas nos depare un futuro mejor.
No puedo terminar sin mencionar la increíble banda sonora que tiene esta película con sus canciones a capela y el sonido del arpa.
Sin duda, merece la pena ver como nos muestra la guerra desde un punto de vista, quizás inexistente, pero con una bonita historia detrás.