[Ricardo Portmán] @ecosdelvinilo
Carrie & Lowell tensa la fibra sensible de su autor que podría considerarse una obra tanto musical como de orfebrería. Sufjan Stevens escarba en su propia humanidad, en sus raíces espirituales y vivenciales, para obsequiarnos con el que es sin duda el mejor disco de su carrera; una producción que no pertenece a este tiempo de botones y cables. Con cada detalle cuidado el extremo pero sin caer en el artificio, Stevens se saca de la manga composiciones superlativas como Should Have Know Better, Death With Dignity, Fourth Of July y John My Beloved, engrandecidas con sutiles arreglos de teclados que redondean el efecto de la unidad fundamental de Sufjan (voz/guitarra). El momento cumbre llega con la hermosa Eugene.
Carrie fue la madre de Sufjan, fallecida en 2012. Lowell su padrastro y fundador de su sello Asthmatic Records. El cantautor les hace homenaje en el título pero su sentimiento subyace también en la profundidad de cada verso y cada acorde. Carrie & Lowell no es un álbum folk; es una obra con alma universal, de las que hacen historia y sobre los que se escriben libros. Una pieza de arte atemporal.