2003. Editorial Herder.
Todo lo breve que tiene este ensayo, se lee en un par de horas, lo tiene de irónico y de ácido. Este psicólogo austriaco defiende mediante fábulas, citas, reducciones al absurdo, historias y ejemplos clínicos su tesis de que la felicidad es menos interesante que el drama.
Medio en broma medio en serio Watzlawick acaba describiendo algo de nosotros mismos y con frecuencia nos vemos reflejados en algunas de sus absurdas situaciones que nos llevan muchas veces a convertir lo cotidiano en insoportable y lo trivial en desmesurado. (¿Cuantas veces comprobamos y recomprobamos que el despertador está en on la noche anterior a un viaje temprano?)
Acaba presentando, en el colmo de la ironía, una apología de la infelicidad como objetivo vital y planteando que el ser humano completo es aquél que vive en una perpetua desazón y desesperanza y no el que tiene colmados todos sus deseos.
Material eficaz sobre muchas de las actitudes erróneas de los seres humanos, y en definitiva un formidable y manejable compendio de vida.