Mucho hemos hablado aquí del término simplificar a la par del minimalismo, sin embargo simplificar es mucho más concreto que el minimizar.
Simplificar desde mi experiencia es reducir todo a su más mínima expresión, cualquier proceso puede acortarse hasta hacerse más sencillo, de hecho muchos problemas pueden verse como tales hasta que encontramos el camino para simplificarlos.
Reducir todo a su mínima expresión no es tarea fácil cuando estamos acostumbrados a hacer las cosas de cierta manera, pero es ahí donde entra nuestro poder para romper paradigmas e intentar nuevas rutas.
Para simplificar solo basta hacer una Análisis Realista de las cosas que haces hoy en día, ver cómo las haces, cuánto tiempo te tardas en hacerlas y encontrar pasos que pudieras omitir, o todavía más radical, eliminar completamente ciertas actividades ya que puede que no sea lo óptimo para ti.
Uno de los principios básicos para una vida más simple es eliminar la saturación, muchas veces tenemos que eliminar actividades que hoy solo sentimos que “tenemos que hacer”.
Tal vez el verdadero motivo por el que las que las empezamos a hacer, hoy ya haya quedado en el pasado, de hecho ni siquiera recordamos cuál es, pero para nosotros se ha vuelto una obligación, algo más que “sumar” en nuestra agenda y tal vez eliminando ciertas cosas de esa índole podamos llevar una vida más simple y feliz.
El proceso de simplificación resulta de mucha ayuda para cumplir con tus metas a mediano y largo plazo, ya que si empiezas a definir claramente cuáles son tus objetivos a futuro, entonces te puedes ir haciendo de un camino claro que lo marque, eliminando todo aquello que no vaya enfocado a este rumbo.
La simplificación de nuestra vida va de la mano con el sentido común, la forma en la que realizamos nuestros esquemas mentales muchas veces puede verse influenciado por el sentido común y así conseguir resultados más prácticos.
Para mi el simplificar va más allá de un simple deseo por reducir, es enfocarte en lo que es importante para ti, eliminar todo aquello que no necesitas y de esta forma actuar en consecuencia.
Es muy fácil iniciar con el proceso de simplificación, ¿por qué no empezar por la rutina de la mañana?
Si dejas todo lo que te vas a llevar en un mismo lugar, te será más fácil recordar que ahí lo debes tomar, entiéndase llaves, portafolio, celular, etc.
Si preparas desde una noche antes la ropa que te pondrás, simplificas el proceso de selección, lo cual hace que elimines el estrés por ver que tendrás que usar, esto aplica muy bien para las mujeres.
Pero y bueno ¿Qué se resuelve al implementar estos hábitos de simplificación matutina? Así de sencillo, eliminar estrés en los primeros minutos de tu día, lo cual te permite empezar con una mentalidad positiva.
Es importante que vayas buscando más y nuevos aspectos en los cuales puedes simplificar, recuerda que es romper totalmente el paradigma de lo que has aprendido hasta ahora para buscar nuevos sistemas.
Mi Análisis Realista del día de hoy es: Simplificar acciones te permite encontrar soluciones más prácticas a cuestiones que consideras complejos, volver simple lo complicado te brinda excelentes momentos de interacción personal en tu vida diaria.
Autor Omar Carreño