El arte de volar

Publicado el 06 agosto 2013 por Jimalegrias
 
Te dije que no podía volar y te mentí, porque muchas noches me elevo planeando sobre los océanos hacia los trópicos, como orientado siempre hacia el sur, rumbo a las regiones más cálidas, detectando en el aire marino las variaciones de los campos magnéticos, avanzando de forma sosegada y sin interrupción sobre los mudos estallidos de plata que se precipitan a las aguas desde el gran ojo pálido de la luna.En esos momentos siento como si mi vida- eso que ahora mismo soy y que nunca hubiese podido prever- siempre fuese a comenzar la semana que viene... o la siguiente.Otra vida renovada, distinta, mejor, más mía...
Te dije que no podía volar y te mentí  porque al final el único sentido real de la vida es aprender el arte de volar en sueños, atravesando los océanos siempre bien enfilado hacia la luna, planeando entre las nubes sin ninguna razón última que tratar de entender, dejándome mecer por cualquier viento que me abandone en latitudes imposibles.
Te dije que no dominaba el arte de volar y te mentí porque mi vuelo es desordenado, irregular, sin patrón estacional, ruta migratoria  o esquema biológico predeterminado alguno... y es que al final siempre pierdo el rumbo, no llego al sur ni a regiones cálidas, nunca tengo un lugar claro de destino.
Pero la única verdad, la más importante, la que nunca te llegué a mencionar, es que esas noches en las que sueño que vuelo hacia ningún lugar, perdiendo siempre el rumbo, planeando sin gravedad ni tiempo, recuperada ya de la inconsciencia de vivir la parte más profunda de mi ser... creo que soy realmente feliz.Es cuando comprendo de repente que todo lo que he vivido no tiene absolutamente ninguna importancia, y que lo único que merece la pena es el hecho de irse preparando cada noche para la última deriva migratoria, para ese segundo inevitable de pérdida de rumbo, para el vagabundeo sin mapa ni brújula entre las estrellas.
Te mentí, pero ya verás cómo al final va a ser mejor de lo que piensas.
Saludos de Jim.