El Arte del abrazo

Por Rojotransitorio @rojotransitorio

El Arte del saludo Maya: In lak’ech y Hala ken

Hace poco tiempo ha llegado a mi vida la forma que tenían los Mayas de saludarse entre ellos.

Al igual que nosotros nos saludamos con un Hola o un Buenos dias, los mayas utilizaban el saludo: In lak’ech, al que se respondía con: Hala ken. El significado de las palabras intercambiadas es de lo más hermoso:

In lak’ech: Yo soy otro tu.
Hala ken: Tu eres otro yo.

Se invoca la semejanza de nuestra esencia más profunda. Es decir, aun siendo diferentes, todos somos una misma cosa. Somos diferentes en la forma (lo que es maravilloso) pero somos lo mismo en el fondo (lo que añade un grado de maravilla aun mayor)

El Arte del saludo corporal: el abrazo

Pero, al final, In lak’ech y Hala ken son palabras. Palabras que, dichas con el corazón, unen dos almas.

Ya sabemos que los pensamientos, las palabras y los actos son tres formas sutilmente diferentes de transformar el universo. Cada uno de ellos tiene un impacto mayor que el anterior.

También me pregunté cuál podría ser el símil corporal del saludo Maya, la traducción de esas agraciadas palabras en un acto.

¿Qué tipo de contacto corporal coloca dos corazones más cerca el uno del otro? La respuesta es evidente: el abrazo.

El abrazo: un virus imprescindible

Pasemos a enumerar los efectos secundarios de un cálido y luminoso abrazo:

1. Abre las puertas a las sensaciones de bienestar.
2. Retrasa el envejecimiento y reduce el apetito.
3. Aquellas personas que abrazan o son abrazadas con regularidad, se mantienen jóvenes más tiempo y se nutren del amor de las otras personas, en vez de sustituir dicho vacío con el amor — excesivo — por la comida.
4. Preserva en condición física los músculos de los brazos y los hombros.
5. No exige un ambiente en particular, ya que en todos sitios uno le puede otorgar un abrazo a una persona. esto crea la sensación de que todos somos parte de algo y beneficia, de manera general, el ánimo de la sociedad.
6. Es una medicina que alivia problemas físicos y emocionales. Un abrazo puede eliminarle una depresión a una persona y hacer que el sistema de inmunidad de la misma se fortalezca, haciéndola sentir más vibrante y quitándole la tendencia a enfermarse.
7. No tenga miedo a abrazar ni a hallarse intimidado por ello. Cuando lo tenga, pregúntese si existen personas en el mundo que no necesitan experimentar el contacto físico de sus seres queridos y, por sobre las demás cosas, que no quieren mostrar ese cariño ante los demás.
8. Recuerde que, a menudo, es más difícil saber recibir un abrazo que otorgarlo. Esto es porque un abrazo tiene un sorprendente efecto terapéutico -ya que produce un sentido de compañía- y, por lo general, nuestra sociedad ha querido, sobre todo en las últimas décadas, valorar el individualismo.
Fuente: ¿Cuáles son los beneficios de una abrazo?

¿Alguien sabe que es la oxitocina? Pues parece ser que abrazarse mimosamente durante unos instantes eleva el nivel de esta hormona tan beneficiosa para nuestro organismo. Esta hormona reduce el nivel de estrés y mejora la sensación de bienestar.

Por tanto, cada uno de nosotros, cambiando nuestra forma de saludarnos, usando el abrazo siempre que sea posible (y siempre es posible) podemos hacer del abrazo una nueva forma de salud y de energía.

El sentimiento inmerso en un abrazo está transcrito en un lenguaje universal. Comunica el corazón de humanos, animales, plantas e incluso el resto de entidades de nuestro universo. Porque también se puede abrazar la lluvia, el mar, las rocas, el sol…

Seamos el germen inicial de un virus que se extienda por todo el planeta. Abracemos y contagiemos el virus del abrazo a través de nuestro contacto físico.

Tocarnos es una de las claves para llevar la consciencia planetaria a un nivel superior: el amor por todas las cosas. Hasta ahora, nuestra consciencia se ha basado en el humo de la individualidad. A partir de ahora, se debería basar en el cuidado y la unión a través del contacto corporal.

Creo sólo en lo que puedo tocar, besar o darle un abrazo. El resto es solamente humo. (Edward Paul Abbey)