Sandberg, que lleva enfrascado en el diseño y desarrollo de Iconoclasts desde 2010, se encarga de realizar él solo todos los aspectos de su juego, desde el cuidadísimo aspecto gráfico basado en un pixelado brillante y muy bien realizado (¡y animado!), hasta los bocetos artísticos, la música y, por supuesto, la programación. Todo un prodigio que, sin embargo, tiene como contrapartida el enorme tiempo que ha pasado desde que comenzó su andadura hasta la actualidad.
Parece en cualquier caso que la luz en el túnel señala, efectivamente, el final del mismo, y el lanzamiento del juego está más cerca gracias al anuncio de que Bifrost Entertainment se encargará de la conversión para las consolas de Sony; dando quizás el empujoncito necesario para que Konjak se deje de conversaciones en twitter y termine con su juego. Entretanto, podéis probar una vieja demo (del 2012) para haceros una idea de la mecánica y desarrollo de su título.
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