El Arte y su relación con la Imagen Corporativa. Hacia la construcción de una Cultura de Marca
La Imagen Corporativa nunca ha desdeñado la utilización del arte como un envoltorio aparente de su eterno discurso y ha buscado las herramientas básicas de influencia y seducción de las que el Arte se ha valido para obtener sus éxitos pero nunca ha conseguido traspasar la barrera de su propia condición, que busca la aglutinación por sectores o grupos de similares características que tienen intereses comunes para transmitir el mensaje de "Estoy para satisfacer tus necesidades" incurriendo para ello en los despropósitos y contradicciones más usuales. Si bien, asumían que la repercusión de experiencias de signo negativo influían en su deseo de expansión, daban por válida la pérdida, en función de una repercusión limitada porque el entorno que tenía el usuario para comunicar estas experiencias estaba limitado por el espacio de influencia que tenía el empleado y el cliente.
Durante toda esta etapa el acercamiento a las individualidades y los equipos artísticos, la Imagen corporativa ha escuchado apuntes someros de resultados en función de su único deseo y ha provocando una descarada fuerza opositora que desde el mundo del Arte, se negó, de forma constante, a facilitar información concreta de procesos de gran utilidad dejando el uso de elementos de marcado carácter funcional en manos de los soportes publicitarios habituales de la imagen de empresa, que aceptó el concepto definitorio de "creativos" alejándose de la complejidad de herramientas y usos que oculta el mundo artístico.
Marcadas diferencias entre Imagen Corporativa y Arte
En departamentos de venta y marketing
Si bien el uso del color y la forma encuentra espacios para influir de forma subconsciente en el entorno y su nivel de resultados es óptimo para desarrollar imágenes de seducción y conquista en ciertos contextos no deja de estar limitado al mismo entorno en el que se encuentra, donde, por ejemplo, si bien el color verde es relacionado en ciertas culturas con lo natural, en otras culturas es un signo de mal augurio. El Arte nunca observa los elementos como resultados, el arte observa los elementos como material de investigación y busca en ellos la mejor forma de comunicar el mensaje.
Si bien el uso del lenguaje se desarrolla en función de la emisión de un mensaje influyente y seductor que vende al "personaje" o Imagen como "héroe" del momento. El Arte asume que el personaje o imagen debe hablar con plena coherencia entre lo que dice y hace y encuentra que el héroe del que te puedes reír porque no cumple tus expectativas, simplemente cayó del código de tragedia, al código de comedia permitiendo que el equipo artístico, simplemente, pueda hacer una elección de estilo.
Si bien la construcción del discurso unilateral exige una definición clara y contundente que evite la respuesta inmediata del interlocutor el Arte asume que la respuesta es inmediata, tengas a ésta, por estar presente o quieras negar su existencia.
En departamentos de Recursos Humanos
Si bien de una actividad o ejercicio concreto un equipo artístico encuentra un resultado específico y éste, parece dar el resultado que busca un departamento de Recursos Humano, la realidad de los equipos artísticos nunca contempla el resultado sino que observa la actividad como un simple laboratorio de investigación donde ajusta al máximo, el resultado esperado, en función del objetivo a encontrar en la actividad. Para el Arte la actividad o ejercicios son la mejor forma para abrir los canales adecuados y lograr así transmitir un mensaje a través de la ejecución perfecta de la tarea.
Si bien la Imagen Corporativa se acercó al Arte para encontrar resultados, el Arte siempre le ocultó, ante su premura, que para él, el resultado no es tan valioso como el mismo proceso por conseguir el éxito y si bien, ella quería quedarse con las flores y las fotos en el vestíbulo, el Arte se había quedado en las preguntas que terminados los aplausos nunca olvida hacer al máximo de asistentes para reiniciar al día siguiente el trabajo.
En todos los puntos de encuentro. El Sector de Eventos
No es el evento el sector donde más cómoda se ha encontrado la Imagen Corporativa. Allí donde la relación es necesaria el discurso unilateral pierde su eficacia, siempre. Y sin embargo, todos los puntos de encuentro con empleados y clientes tienen la cualidad de convertirse en espacios donde vas a compartir experiencias y son susceptibles de exigir el tratamiento de un cuidado esmero en el diseño de Marketing de experiencias y Marketing relacional.
La preferencia, que hace la Imagen Corporativa del Arte es de un uso limitado por sus limitadas exigencias y atiende, de esta manera, a un marcado gusto por las condiciones que genera las disciplinas que prescinden de la comunicación bidimensional dibujando un paisaje donde la Imagen corporativa muestra un discurso envuelto en sofisticadas piezas pictóricas, que olvida todos sus puntos de encuentro, alejando a la cúpula directiva de los charcos que genera en un hacer que pierde relevancia por temor a la relación directa con empleados y clientes.
De esta forma obtienen siempre un espacio de eventos que, se hace porque todos lo hacen, pero que no es valorado por temor al riesgo que supone, dejando que estos se conviertan en una inversión nada rentable que pueden depositar en manos de cualquiera.