El asesinato de mi tía
"De modo que tendré que quedarme en Llwll mientras viva mi tía e insista en mi permanencia aquí. Y tan rígida es en lo referente a sus promesas, que nada de lo que yo haga podrá torcer su propósito de «velar por mí», cosa que ella interpreta en el sentido de tenerme bajo su vigilancia. Si al menos... si al menos mi tía... No, no debo pensar en esaposibilidad. Mi mano se estremece y las más horribles imágenes aparecen ante mi vista. Debo dejar a un lado estas páginas antes de perder la calma."
Fragmento de El asesinato de mi tía de Richard HullHe disfrutado muchísimo de una gran novela de humor e intrigas, escrita en los años treinta, por el escritor británico Richard Hull. Hace poco Alba Editorial nos traía su primera novela, aquella que lo encumbró como uno de los mejores escritores de libros de misterio, me refiero a la obra El asesinato de mi tía.
Otros títulos reseñados en el blog de Alba Editorial que os recomiendo no perderos tampoco son:
- La dama desaparece de Ethe Lina White.
- Mi prima Rachel de Daphne du Maurier.
- Pequeña & Grande Agatha Christie de Mª Isabel Sánchez Vegara.
- Seguro de amor de Earl Derr Biggers.
Autor: Richard HullGénero: Humor, MisteriosEditorial: Alba EditorialFormato: Papel ISBN: 97884-90653807Páginas: 256Precio: 18,50 € (Papel)
Argumento: Edward Powell es un solterón sin remedio, con un alto concepto de sí mismo, encantado de su sensibilidad, proclive a sentirse humillado y dudosamente perspicaz. Vive en Gales, que aborrece («nada más deprimente que este país bajo la lluvia»), en una población de nombre impronunciable, Llwll, en el caserón familiar, con la detestable tía Mildred, usufructuaria de su herencia —Edward recibe una parca asignación—y recelosa de sus sueños de independencia. Oprimido por la hostil convivencia con esa pariente caprichosa y autoritaria, y harto de la irritación que le producen tanto las chicas del servicio como los vecinos de la zona, se propone liberarse de tantos lastres maquinando accidentes para matar a su tía, cuidándose mucho de no dejar rastro. Consigna en un diario su empeño obsesivo en urdir el asesinato perfecto, sin advertir que su dudoso comportamiento no pasa desapercibido. El asesinato de mi tía (1934) combina admirablemente estudio de carácter y comicidad. Edward, a pesar del ridículo, tiene el encanto del presuntuoso que no se abochorna de su falta de ética, y la tía Mildred no es muy distinta de su sobrino. Con un acreditado sentido británico de la intriga, Richard Hull tampoco desperdicia algún irónico giro argumental.
Una de las novelas elegidas por Borges y Bioy Casares para su colección canónica de novela policíaca El Séptimo Círculo.
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