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Tras leer Al acecho que, como os comentaba en su reseña, está entre mis mejores lecturas de este año, me quedé con muchas ganas de repetir con la autora por lo que en cuanto tuve oportunidad me animé con su anterior novela, El asesinato de Sócrates. Tras leer ambas, pienso que Noemí ha evolucionado en su estilo y aunque en este caso también me ha gustado, no ha llegado al nivel de Al acecho, con lo que no quiero decir que esta novela sea mala, simplemente son diferentes aunque tienen algunas similitudes.
El asesinato de Sócrates nos sitúa en la ciudad de San Martín, donde tiene lugar la muerte en extrañas circunstancias de Fernando Gómez Fuentes, un famoso escritor y periodista más conocido por su seudónimo de Sócrates, con el que firma su columna semanal en uno de los periódicos locales.El caso será asignado al inspector Marcos Robles, quien comenzará su investigación en los locales nocturnos de ambiente que Sócrates solía visitar. Poco a poco irá descubriendo que nada es lo que parece a medida que la investigación se va enmarañando, hasta acabar enfrentándole a una situación marcada por las cuentas pendientes y la corrupción.
Es un libro que se lee muy rápido pues contiene abundantes diálogos y además está maquetado con un tamaño de letra grande que facilita la lectura. Utiliza un narrador en tercera persona principalmente desde la perspectiva de Marcos Robles, siendo este la figura protagonista en la historia y el ritmo que sigue es bastante ágil aunque no considero que sea una novela que invite a devorar sus páginas sino que es más bien de lectura reposada.
Aunque el punto central en torno al que gira el argumento es el asesinato del periodista, la novela contiene otra subtrama que transcurre de manera paralela y que se centra en un aspecto más personal del inspector Robles para acercarnos a lo que es su vida privada. Es así como queda completo su perfil, mostrándonos a un hombre que se encuentra en una complicada situación personal al tener a su cargo a su hermano menor retrasado.
Marcos Robles es una figura que está definida con detalle, caracterizado en profundidad y a quien el lector llega a conocer muy bien a medida que avanza en la lectura. No diría que sufre una evolución sino que más bien el lector irá descubriendo las capas de su personalidad que quedan más escondidas, mostrándonos paulatinamente su faceta más humana, emotiva y sentimental. Queda oculto todo esto tras una coraza de hombre arisco, con un carácter cerrado e inaccesible, temperamental y en ocasiones un tanto irascible.
A su lado vamos conociendo a diversos personajes en diferentes ámbitos, todos ellos caracterizados con acierto de acuerdo al papel que desempeñan en la trama, para lo cual juegan un papel relevante los diálogos que los mismos mantienen. Algo común a todos ellos es lo humanos que resultan y cercanos, además de la tristeza que los embarga, sumidos en un ambiente de dificultades y soledad. Destacaría la construcción de la figura de Roberto, el hermano de Marcos, en el que queda reflejada una personalidad que se desarrolla en su mundo particular y a quien no le afectan de la misma manera los hechos que suceden a su alrededor.
La acción transcurre en una pequeña ciudad de provincias, San Martín, que a pesar de ser ficticia presenta muchas similitudes que permiten identificarla en ciertos aspectos con León, o al menos los que día a día nos movemos por aquí encontraremos localizaciones como la catedral o la calle ancha que es inevitable conectar con las ubicaciones reales, además de hacer referencias a la forma de vida de sus habitantes o a sus condiciones climatológicas. Es algo que me ha gustado y con lo que he disfrutado, pues a pesar de estar en San Martín yo me he movido por mi ciudad, algo que siempre es agradable en una lectura, más cuando como en este caso a pesar de no contener descripciones exhaustivas, sí encontramos pinceladas y datos que nos ayudan a ubicarnos sin problema.
Si bien El asesinato de Sócrates se encuadra dentro de la novela negra, podemos definirla también como una novela social pues a lo largo de sus páginas se pone de manifiesto el ambiente social que se vive en esta ciudad y que se puede aplicar a cualquier otra de las mismas características. Una ciudad en la que debido a su tamaño todo se sabe y la mayoría de los ciudadanos se conocen y que, al igual que sucede en otras de mayor tamaño, cuenta con zonas marginales y con determinados barrios que acaban convirtiéndose en la zona de residencia de los inmigrantes que poco a poco van poblando la ciudad. De esta manera se abordan en El asesinato de Sócrates aspectos relacionados con la inmigración, con la prostitución, la corrupción o la política, todo ello en un ambiente que nos resultará muy actual pues los problemas que nos presenta Noemí en su novela son los mismos que encontramos diariamente en las noticias.
Resumiendo, El asesinato de Sócrates es una novela que asocia una investigación criminal con el desarrollo de los acontecimientos que tienen lugar en el ámbito personal de su protagonista, el inspector Marcos Robles, todo ello en el ambiente de una pequeña ciudad de provincias. Una novela bien escrita, de ritmo ágil y en la que tiene gran importancia el aspecto social, reflejando los problemas a los que se enfrenta la sociedad actual y convirtiéndose así en una lectura que nos enfrenta a la realidad de nuestro día a día.
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